El hombre prudente y el insensato


¿Quién es el hombre sabio o prudente? La Biblia nos enseña en Mateo 7; 24-25 Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Cayeron las lluvias, crecieron los ríos y soplaron los vientos y azotaron aquella casa; con todo la casa no se derrumbó porque estaba cimentada sobre la roca…


Esta parábola de Jesús  fue utilizada por los primeros cristianos para definir su estilo de vida frente a otras formas de vivir, porque ponían en práctica las enseñanzas de Jesús. Él mismo decía, quien tuviera oídos para oír, que oyera. Casi siempre nos oímos decir a nosotros mismos que somos Cristianos, pero cuando se trata de hablar de Cristo lo primero que hacemos es colocar una barrera frente a nuestros ojos y nuestros oídos y no permitimos que se nos hable de el. Incluso muchas personas tienen una Biblia en su casa, la cual está la mayoría de la veces en algún lugar, pero solo de adorno. También existen personas que empiezan a leer la Biblia, y luego la dejan, y hay quien la lee y la sigue estudiando. La Biblia dice que Jesús contó una parábola, la de la semilla que produce una magnifica cosecha porque cae en tierra buena. Así tiene que ser  nuestra conducta. La semilla es la palabra de Dios y la tierra fértil es nuestro entendimiento, de modo que si la semilla produce buena cosecha en nosotros, es porque hicimos la voluntad de nuestro padre. Si decimos que creemos en Cristo no solo lo digamos, sino que lo aceptemos. Reconozcamos que es una gran bendición escuchar la palabra de Nuestro señor Jesucristo y seamos como la semilla que cayó en buena tierra. La Biblia dice Romanos 10; 17;  Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. Es de suma importancia oír la palabra de Cristo. El Pastor Luís Trujillo, con licenciatura y maestría en Biblia, se expresa respecto a las enseñanzas de Jesús como una norma en nuestra conducta; visto desde la perspectiva de Jesús, nos lleva a una vida justa, una vida recta. Si la humanidad viviera y siguiera estos principios, tendríamos una vida mejor. Indudablemente se refiere al sermón del monte, donde Jesús describe al verdadero cristiano. Aquel hombre prudente, del que habla Jesús, es quien se rige según sus enseñanzas. La Biblia señala que el hombre quien pone en práctica las palabras de Jesús, es aquel que gozara de una vida plena.


No solo es oír, es necesario poner en práctica estas enseñanzas. Muchas personas creen que son sabios y que saben mucho, pero no tienen idea de lo que son los evangelios y se dejan llevar por tradiciones y costumbres. Para ellos el mundo que los rodea es lo más importante y se dejan embelezar sin tomar en cuenta que existe una alternativa mejor. Puedes ser un erudito en tu profesión, puedes incluso llegar a ganar un premio importante y esto puede darte inteligencia, pero nunca sabiduría. La verdadera sabiduría es cuando reconocemos el temor a Jehová. Proverbios 9; 10 dice: el temor de Jehová es el principio de la sabiduría… El hombre prudente es aquel que empieza por reconocer que no sabe nada y acepta la corrección. Santiago 3; 13 dice;  ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. También Jesús nos dijo que debemos poner en práctica sus enseñanzas para ser sabios, porque los sabios no tropezaran, según señala Proverbios 4; 10-13;  oye, hijo mío, recibe mis palabras, y muchos serán los años de tu vida. Por el camino de la sabiduría te he conducido, por sendas de rectitud te he guiado. Cuando andes, tus pasos no serán obstruidos, y si corres, no tropezarás. Aférrate a la instrucción, no la sueltes; guárdala, porque ella es tu vida.


No existe mejor consejo que este ¡es la pura verdad! Es un consejo práctico. Si practicas las bienaventuranzas del sermón del monte evitarás y eliminaras muchísimos problemas en esta vida, problemas en tu hogar, en tu trabajo, con la gente que te rodea, incluso con este mundo. Jesús nos enseña a través de esta parábola, que no hay mejor consejo que hacer su voluntad y cimentarnos en su roca, que es su palabra. Es una conducta sana, noble y digna de aceptación entre todos. También será una vida de sinceridad y de una conducta honrada. Tendrás una vida con una visión clara y una vida sin afán.


Por el contrario ¿Quién es el hombre insensato?


Mateo 7; 26-27; Pero todo aquel que me oyere estas palabras y no las pone en practica es como un hombre insensato que construyó su casa sobre la arena. Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa, y ésta se derrumbó, y grande fue su ruina…


La casa de la ilustración se refiere a la vida, el carácter, la preparación. El hombre prudente o sabio, es aquel que pone en práctica las palabras de Jesús. Lucas 6; 48 nos dice: semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondo y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca. El que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. Pero el insensato es aquel que no pone en práctica estas enseñanzas.


¿Quién no ha pasado por alguna prueba? ¿Cuántas veces tú vida ha sido puesta a pruebas de dificultades? La Biblia dice que descendió la lluvia, vinieron ríos y soplaron vientos y dieron con ímpetu contra las dos casas. Este lenguaje usado por Jesús indica fuertes pruebas. Todos seremos azotados y sacudidos por contratiempos, y tendremos infinidad de problemas, aflicciones, tribulaciones de todas clases. La vida es una prueba, es una disciplina, y una escuela de preparación. No es de extrañarse entonces estas enseñanzas de Jesús. Los que ponen en práctica sus enseñanzas aguantaran y soportaran todas las pruebas de la vida. Los que no, no. El obedecer o no obedecer es el fundamento, la base de la vida. Hacer la voluntad del padre determina todo el curso de la vida.


Por ejemplo; No habría suicidios. Nuestro carácter esta sujeto a duras pruebas todos los días, en nuestro hogar, en nuestro trabajo, en la escuela y en todas las relaciones que tenemos en nuestra vida. Las tentaciones y pruebas, como tormentas violentas, nos azotan y atacan los cimientos de la vida. Los vientos y las inundaciones que nos sacuden y azotan prueban y manifiestan la clase de fundamento que escogimos para nuestra casa. Así mismo nuestra influencia es probada todos los días. Jesús dice que nosotros somos la sal de la tierra y la luz del mundo. ¿Cómo podemos ser la sal de la tierra y la luz del mundo? La obediencia es el fundamento sólido que produce la buena influencia. Mucha gente se deja llevar por la influencia de la idolatría, de la hechicería, de la brujería. No tienen un buen fundamento y por eso recurren a la falsedad.


Tampoco habría odio, ni venganzas. La prueba  de nuestra relación con otros es puesta a prueba diariamente. Y muchas personas batallamos con las relaciones interpersonales. Los problemas y los conflictos nos llevan al odio, a la amargura, a pleitos entre los hombres. "La casa de estos es azotada por los vientos y ríos de pasiones humanas y cae, pero los que ponen en práctica las enseñanzas de Jesús llevan el fruto del espíritu."


Dios nos prueba también en la confianza. Dios dice que no podemos servir a dos amos. ¿A quien de ellos preferimos? ¿Confiamos en Dios o en las cosas materiales? Muchas veces tenemos el afán del dinero y nos alejamos del asunto del reino. Dios dice que debemos buscar primero su reino y todo lo demás será añadido. Esta es una de las pruebas a las que somos sometidos todos los días. Recuerdas la historia de Job. 14; 1-2  El hombre nacido de mujer, corto de días y lleno de turbaciones, como una flor brota y se marchita, y como una sombra huye y no permanece… Si tú vida esta llena de problemas serios, si sufres enfermedades, aflicciones, alguna pérdida importante de un ser amado, quiebras en tus negocios, desempleos, depresiones o toda clase de turbaciones ¿Cuál es tu opción? ¿En quien confiarías? ¿En donde buscarías ayuda y apoyo? Solamente hay dos caminos; Dios o el mundo. ¿Resistirá la casa o caerá?


Nuestra vida es probada con respecto a todas las enseñanzas de Jesús. Seguimos en pie si las obedecemos, caemos si no. La vida de Job estuvo repleta de pruebas, pero fue un hombre de fe "Tal es el destino de los que se olvidan de Dios; así termina la esperanza de los impíos. Muy débiles son sus esperanzas; han puesto su confianza en una telaraña. No podrán sostenerse cuando se apoyen en ella; no quedarán en pie cuando se prendan de sus hilos.


Aquel que no confía en Dios es quien se sujeta del hilo de una araña; se troza con suma facilidad. Aquel que pone su confianza en Dios, aprobara todas las pruebas. Dios dice; el que recibe mis palabras, tendrá una vida larga… Recuerda que el malo pasa como el torbellino, pero el justo permanecerá para siempre.


Yo te animo a que te atrevas a someterte a la voluntad de Dios y puedas comprobar por ti mismo todas las maravillas que Dios hará en tú vida. Puedes aceptar a Cristo en tú corazón en este mismo momento siguiendo esta sencilla oración.


Querido Dios;  sé que mi pecado me ha separado de ti, y confieso mi pecado. Estoy arrepentido. Reconozco que me amas y que enviaste a Jesucristo a morir en la cruz, tomando mi lugar, y llevando sobre sí la carga de mi pecado. Gracias. Quiero arrepentirme de mi pecado y comenzar a seguirte y servirte. Me doy entero a ti. Comienza, por favor, a dirigir mi vida. Gracias por darme una vida nueva. En el nombre de Jesús te lo pido, amen.


Sobre el Autor


Tomás Ortiz Ruiz; ha publicado recientemente una novela que lleva por titulo Divorciada, editada por Windmills Edition en California USA.

(Articuloz SC #2634070)


Fuente - http://www.articuloz.com/cristianismo-articulos/el-hombre-prudente-y-el-insensato-2634070.html

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