¿Estado Palestino Unilateral?

Cada dia que pasa toman forma las profecias de la Biblia en cuanto a lo que sucede en Israel,el cual viene a ser como el reloj de los tiempos.
En el siguiente articulo,se puede notar el caracter profetico de la actual situacion politica y militar en la region.

¿Estado Palestino Unilateral? ¡por Favor Háganlo!

De: José Brechner


JOSE BRECHNER

Después de un año en que se mantuvo el silencioso status quo, debido al cambio de gobierno en Estados Unidos e Israel, vuelven a agitarse las banderas de la confrontación, por el anuncio de la AP de declarar un Estado Palestino unilateralmente, con el supuesto consentimiento de las Naciones Unidas.

Hizbolá está pertrechado mejor que nunca, esperando para atacar desde el Líbano. Majmud Abbas no se presentará en las elecciones palestinas, y dejará el poder en Ismail Haniyeh que es tan moderado como Osama Bin Laden. Irán continúa enriqueciendo uranio y comprando armamento que le permita atacar Israel y Europa. Los jordanos, según encuestas, prefieren la guerra antes que mantener la convivencia pacífica con sus vecinos Jerosolimitanos.

Todo es adversidad contra Israel, con excepción de la paz firmada con Egipto a cambio del Sinaí. Gravísimo error del que Menachem Begin se arrepintió hasta su muerte. No se negocia paz por territorios. “Paz por paz; territorios por territorios”.

El escenario alrededor de Israel es el mismo que en 1948, con enemigos más fuertes, y la publicidad progresista que domina los medios, contra los judíos.

Shimon Peres que se luce con su inteligente verba, y su finado socio Yitzhak Rabin, fueron los principales causantes de la aberración conceptual por la que los palestinos son vistos como víctimas, en vez de agresores asesinos, mercenarios de la Yijad.

Se aprende de esto, que la guerra debe ser implacable, y el ganador debe imponer sus condiciones claramente, antes de sentarse a conversar con sus enemigos. Especialmente cuando la beligerancia del vencedor se desató por razones defensivas. (Desgraciadamente, Hiroshima viene a la mente, pero la bomba puso fin a la guerra en ese frente).

La idea de la AP de declarar un estado independiente unilateralmente, le da el derecho a Israel de expulsar a los árabes de Cisjordania y Gaza, --algo que debió hacer al día siguiente de concluir la Guerra de los Seis Días--, repatriándolos a los lugares de los que no debían haber salido a invadir el mundo.

No está de más recordar que los palestinos sin Israel no podrían sobrevivir dos días seguidos. Dependen del agua y la energía eléctrica que les provee el Estado Judío, y de los demás servicios que la AP nunca brindó a su población, porque usa el dinero que recibe de Europa, para darse multimillonarios lujos y comprar armas.

Considerando que los jordanos están descontentos con la paz, su reino se torna inestable. El Rey Abdulá II, de prolija educación europea, y su esposa Rania, una infiel entre los musulmanes, son los únicos que piensan en términos occidentales. Sus súbditos no se diferencian absolutamente en nada del resto de los palestinos.

Gracias a la paz establecida con Israel y, a que los jordanos más extremistas se concentraron en Cisjordania para medrar con la guerra, tratando de formar un estado ficticio como el que logró establecer la familia Jashemita. Abdulá ha gozado de largos años de tranquilidad. No como su padre que vivió en lucha permanente con los palestinos. Los israelís le quitaron el bulto de encima. Pero como toda fantasía, Jordanolandia en algún momento llegará a su fin, y sus monarcas se irán a morar plácidamente en Europa.

Jordania íntegra, la bautizada “Provincia Palestina” por los Romanos, pertenece a Israel, y deberá volver a sus dueños originales, así como todos los territorios que demarca la Biblia.

Aquellos que no consideran la Biblia como un documento histórico válido, si son judíos, cristianos o musulmanes, deberían revisar sus creencias y en algunos casos su ADN, porque su existencia implica su aceptación.

Ya que la guerra es religiosa e involucra a los descendientes de Abraham, es tiempo de volver a la fuente común.

Coincidente con la Biblia, la arqueología atestigua que los judíos son los únicos dueños legítimos de Israel y los territorios adyacentes.

Los cristianos lo son de Europa y el Nuevo Mundo. Los musulmanes, de Arabia Saudí y África. Los budistas, sintoístas, hindús tienen Asia. Ateos, agnósticos y laicos son aceptados en todas partes menos en los países islámicos.

Está confirmado que todos, a excepción de los musulmanes, podemos convivir pacíficamente e integrarnos amigablemente. Pues es hora de crear políticas conjuntas para poner a los islamistas en su sitio. Suecia ha optado por pagarles a sus inmigrantes árabes para que se vayan. También existen otras opciones.

www.josebrechner.com

Acerca del autor:

Biografía corta

Analista Internacional
Biografía

José Brechner nació en Bolivia. Fue diputado -1985-1989- embajador, y miembro fundador de Acción Democrática Nacionalista, partido político de centro-derecha. Presidió la comisión de Política Exterior del Congreso Nacional de Bolivia y actuó como representante oficial del país ante distintos foros y organismos internacionales, entre ellos, la OEA. Durante su actividad congresal fue catalogado por todos los órganos de prensa de Bolivia, como el mejor parlamentario del país. Columnista de opinión y analista político con presencia regular en prestigiosos periódicos de Latinoamérica, Norteamérica, Europa y el Medio Oriente, es el periodista boliviano más leído en el mundo. Participó en importantes programas televisivos del calibre de "60 Minutes" y "The MacNeil/Lehrer Report". Brechner es activo defensor de la propiedad privada, de la economía de mercado y de las libertades y derechos del individuo.

Fuente: Artículos Gratuitos Online de Articuloz.com - http://www.articuloz.com/politica-articulos/estado-palestino-unilateral-%c2%a1por-favor-haganlo-1542351.html

Biblia multimedia


Acaba de presentarse en Estados Unidos “Glo”, una aplicación que brinda el contenido de la Biblia junto a material multimedia adicional, tal como imágenes y videos en alta definición. Esta iniciativa busca fomentar la curiosidad del lector al poner a su disposición la ubicación geográfica de los eventos bíblicos y una línea de tiempo que representa cada evento en particular.
El texto bíblico ha recorrido un largo camino desde su primera edición publicada por Johannes Gutenberg en el siglo XVI, marcando el inicio de la imprenta, hasta la versión multimedia Glo, acorde a un mundo digital.

La Biblia Glo aprovecha las posibilidades multimedia que ofrecen las computadoras para presentar videos en alta calidad, visitas virtuales e imágenes en alta resolución. En definitiva, ha sido "diseñada para un mundo digital", según palabras de su cofundador Nelson Saba, un ingeniero aeronáutico brasileño.

"Nosotros no sólo digitalizamos la Biblia", dijo Saba."Lo que hicimos fue crear un producto con nuevas funciones, que potencia el contenido de Glo y lo hace acorde y relevante para esta generación"

PASADO Y FUTURO
Con el uso extendido de la computadora, Internet y diversos dispositivos portátiles, tales como smartphones o lectores de libros electrónicos, contar con una versión digital de la Biblia no es una idea nueva. Sociedades Bíblicas utiliza este soporte desde hace bastante tiempo y el portal oficial del Vaticano dispone de una versión en la Web, en español, inglés, italiano y latín. El mismo Saba ya había participado en el proyecto Ilumina en 2002, una edición electrónica similar a la que acaba de presentarse.

Lo que diferencia a Glo es que además de presentar el texto digital como si fuera una edición impresa, ofrece un rico material multimedia e interactivo adicional.

Glo se compone de tres DVD. Si bien en esta primera versión oficial estará sólo disponible para el sistema operativo Windows, sus editores estiman que para 2010 se podrá utilizar en otras plataformas, tales como Mac OS, iPhone, Windows Mobile, entre otros. Asimismo, esperan que en las próximas ediciones, los contenidos se puedan consultar en otros idiomas, ya que actualmente están únicamente en inglés.

La versión completa tiene un costo de 89.99 dólares y sólo se encuentra disponible para su venta en Estados Unidos.



Fuente: La Nacion. Edición: Verónica Rossato, ACPress.net

Satanismo

Un hombre llamado Anton S. LaVey introdujo la adoración a Satanás en la cultura norteamericana en 1966. En sus principios comenzó un grupo en San Francisco, California llamado el Círculo Mágico, donde los participantes consumían partes de cuerpos humanos. Esta impresionante ideología creció en popularidad llevando al Sr. LaVey a fundar la Iglesia de Satanás la cual en un momento presumía tener más de 10,000 miembros. El satanismo es reconocido por el gobierno como una religión legítima y protegida por la Constitución de los Estados Unidos de América. Los crímenes que han surgido de la práctica de esta religión han provocado que legisladores de 24 Estados escribiesen proyectos de ley para derechos de los sobrevivientes de esta religión. El satanismo conlleva a desnudez, actos sexuales pervertidos, la homosexualidad y la tortura de animales y seres humanos.

Se conoce que adolecentes han desarrollado sus propios rituales ideológicos en una forma de satanismo conocida como grupos Ad hoc. Estos adolescentes buscan sus presas en otros adolescentes que luchan con la baja autoestima, y no tienen amigos. Los síntomas iniciales de que un adolescente se ha involucrado en el satanismo incluyen una baja drástica en las notas académicas, los arrebatos de cólera poco usuales, el teñirse el cabello de negro, usar flequillo sobre el ojo izquierdo, mal humor, depresión severa, dibujos extraños en sus diarios y obsesiones con la muerte.

Satanismo – La Evidencia
El satanismo incluye prácticas rituales como parte de sus preceptos ceremoniales. La ideología de los satanistas es que todo debe ser opuesto a los conceptos del Dios cristiano. Dios es puro en verdad mientras que las metas del satanismo incluyen todo lo que es considerado malo y pervertido. La indulgencia en lo que les hace sentir placer es necesaria sin importar las consecuencias en otras personas. Estás prácticas llevan a abusos rituales en niños y adultos con consecuencias perjudiciales. Durante las festividades satánicas las salas de emergencia de los hospitales son abarrotadas. Documentos legales comprueban que el procesamiento legal de los que llevan a cabo estos actos les da un sentido de justificación por lo que fue hecho a sus víctimas.

Satanismo – Síntomas Encontrados y Definidos en los Abusos Rituales
El abuso ritual puede definirse como un abuso que ocurre con frecuencia y de forma sistemática. Los abusos más severos son la violación sexual, el asalto sexual y tortura, los sacrificios humanos y/o de animales, y el ser enterrados vivos. Las víctimas de abusos rituales desarrollan síntomas. Los niños pueden comenzar a hacer daño a otros niños o a animales de la misma forma que se les ha hecho a ellos. Llevarán a cabo actos sexuales y de automutilación. No es poco común observar a las víctimas mecerse mientras cantan o golpean la cabeza. Los niños pueden estar aterrados en las noches y tienen problemas en mantenerse despiertos durante el día justo después de haber participado en rituales nocturnos. Los padres pueden identificar los días de somnolencia cerca de la misma fecha de las festividades cristianas y los solsticios, ya que las festividades satánicas se llevan a cabo a la misma vez. Uno o dos de estos síntomas no necesariamente garantiza que un niño está siendo víctima de abusos rituales, pero varios de estos síntomas junto con otros signos deben ser tomados como alarma para buscar ayuda y tratamiento profesional.

Satanismo - ¿Qué podemos hacer para ayudar?
Existe esperanza y sanidad para los sobrevivientes de abusos rituales satánicos. No te desanimes cuando las personas no crean tu historia cuando trates de contársela a otros. Busca consejería cristiana para tratamiento. Pide a Dios que envíe a personas que con amor te ayuden a salir de la oscuridad. Padres y parejas sin hijos se pueden involucrar con niños y adolescentes en su vecindario. Hacerse amigos de los solitarios y crear un ambiente en el cuál se sientan cómodos sin ningún tipo de juicio conduce a un crecimiento en su percepción de cómo Dios los ve. El más mínimo grado de atención hará una gran diferencia en el bienestar y la eternidad del niño. Este tipo de atención, proveniente de personas compasivas, les ofrece a los adolescentes el poder que necesitan para evitar las actividades presentadas por el satanismo.

Los adultos compasivos pueden comenzar programas para después de la escuela en sus hogares o Iglesias para niños de escuela elemental y superior. Podemos orar para que los adoradores de Satanás encuentren la salvación. Esto sucede como un verdadero milagro del perdón de Dios. Esté alerta a actividades relacionadas con drogas ilícitas que se lleven a cabo e informe a las autoridades. Los satanistas utilizan drogas para realizar sus ceremonias religiosas. Los padres deben estar al tanto de las amistades de sus hijos y sus actividades. Investigue el tema para más información.

La Biblia dice, “Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.” (Efesios 6:13-17)

¡Aprenda Más!

Para los que estan ''tirados en el suelo''


No lo olvides...!!!
Todos estamos PROPENSOS a caer...
No hay ninguno de nosotros que pueda tirar la primera piedra, para creerse superior en cuanto a vulnerabilidad...
Siempre hay un PUNTO DEBIL en nuestro ser que nos hace CAER, y recordar nuestra condicion humana...

Todos somos VULNERABLES...
Todos alguna vez hemos tropezado y caido estrepitosamente...

El problema de esto, es que algunos en lugar de levantarse INMEDIATAMENTE, deciden quedarse postrados en el suelo sin el menor animo de continuar con la carrera…
Deciden adoptar un estilo de vida totalmente opuesto al que se habian propuesto seguir...
Deciden dejarse llevar por todos sus apetitos e inclinaciones desaprobadas por Dios...

Ignoro si entre quienes leen estas lineas hayan personas en situaciones similares, pero en el caso que las haya, les recuerdo que Dios esta ofreciendoles UNA OPORTUNIDAD MAS...
Si...!!!
No lo mereces, pero es su infinita misericordia la que te ofrece LEVANTARTE...!!!
Levantarte para continuar hacia delante...
Prueba de ello, es que no ha permitido que eso que habias dejado de lado, se eche a perder.
ALLI ESTA ESPERANDOTE...!!!
Que mas prueba de fidelidad quieres?

No te justifiques mas ante Dios...
El te conoce a la perfeccion...
Solamente ARREPIENTETE...
Toma la determinacion de decir NO de una vez por todas, y seguir la marcha sin mirar atras...
Te costara...!!!
Quien dijo que no?
Te costara mucho, sobretodo cuando comiences a RECORDAR o IMAGINAR eso que aparentemente llena tu interior y sacia tus deseos...
Pero es en esos momentos cuando has de clamar al PODER SOBRENATURAL de Dios para que te de la capacidad de RESISTIR...

Sabes que?
Dios conoce todo aquello a lo que te has mantenido ATADO o ATADA durante mucho tiempo...
Como que no?
Deja que te LIBERE de esa obsesion que no te da tranquilidad ni de dia ni de noche...
Esa OBSESION PROHIBIDA...
Tu sabes a lo que me refiero con ello...
No se que nombre le pondras a tal OBSESION, pero sea cual sea el nombre, SE OPONE ROTUNDAMENTE a los lineamientos divinos...
Simplemente se opone aunque tu lo justifiques de una u otra manera...
Aunque NO lo desees, es necesario que ores para ser libre de todo cuanto te ata...
TODO...!!!
Dile que te LIBERE. No es posible que sigas tolerando abiertamente eso que sientes...

Es cierto...!!!
Has estado orando mucho, pero en el fondo NO DESEAS ser libre de esas cadenas que en cierto modo TE CONSUELAN o TE GRATIFICAN...
Dile entonces al Señor que te libere AUN de todo aquello de lo que NO DESEAS ser libre...
Clama constantemente por ello...

Que tipos de cadenas podrian ser?
Es posible que sean algunas de estas?

• Amores ilicitos.

• Indiferencia y rechazo al conyuge.

• Rencores desmedidos al projimo.

• Temores de diversa indole.

• Inseguridades.

• Apego exagerado a las cosas o riquezas.

• Vicios.

• Malos habitos

• Complejos de inferioridad.

Hay mas...
Unicamente he puesto algunos ejemplos...

Satanas, sabe perfectamente POR DONDE llegarte, no en vano es el astuto padre de toda mentira y engaño...
Es experto en ponerte ESPEJISMOS y en ATAR cadenas...
Por ello es necesario que REPRENDAS en el nombre de Jesus, toda estrategia que pretenda hacerlo nuevamente. Todos sus propositos van enfocados a eso, sin embargo, los propositos de Dios son para darte VIDA y VIDA EN ABUNDANCIA...

Recuerda aquellas palabras pronunciadas por nuestro Señor Jesucristo:

EL LADRON NO VIENE SIN PARA HURTAR Y MATAR Y DESTRUIR; YO HE VENIDO PARA QUE TENGAN VIDA, Y PARA QUE LA TENGAN EN ABUNDANCIA.
Juan 10:10

En conclusion:
Si ahora estas en el suelo, esto es lo que tienes que hacer:

• Levantate.

• Arrepientente.

• Clama por restauracion y liberacion.

• Reprende toda estrategia de maldad.

• Acepta la nueva oportunidad otorgada por Dios.

• No vuelvas a ver atras...


Y que sucede si por algun DESCUIDO de tu parte vuelves caer?
Repite los mismos pasos...

Te digo algo:

Dios no permitira que conozcas la frustracion, pues a pesar de todo hara en ti, todo cuanto se ha propuesto desde el principio contigo...
TODO...!!!

HE AQUI, YO ESTOY CONTIGO, Y TE GUARDARE POR DONDEQUIERA QUE FUERES, Y VOLVERE A TRAERTE A ESTA TIERRA; PORQUE NO TE DEJARE HASTA QUE HAYA HECHO LO QUE TE HE DICHO.
Genesis 28:15



Jose Alfredo Lievano

Pandemia espiritual?



I. El engaño a los santos

Todos queremos que las gentes conozcan a Cristo. Todos los verdaderos cristianos queremos y oramos para que la Gran Comisión se realice y se siga realizando conforme a la voluntad del que está sentado en el Trono. Todos queremos que las gentes se conviertan al Señor Jesucristo. El diablo sabe todo eso.

Satanás es astuto, muy astuto. Sabe que jamás podrá engañar a un verdadero hijo de Dios con asuntos que son claramente vanos y falsos en sí mismos mostrándose abiertamente como tales. El sabe que no hay peor mentira que la que se parece muy, y muy mucho a la verdad; ¿qué quiero decir con esto?...

El enemigo en estos últimos días está intentando engañar al verdadero pueblo de Dios a través de presuntos ministros de Cristo que están trayendo “nueva revelación”, la cual suena exitosa y agradable al oído; suena sugerente, plausible y hasta convincente, pero que es a la luz de la Biblia, falsa.

Parece verdad, pero no lo es.

Una de esas “nuevas revelaciones” es la cuestión de la llamada “Nueva Reforma Apostólica”, es decir, el que llamamos - no exento de cierto tizne de humor - “movimiento apostolítico”, y entre otras, su enseñanza en cuanto a “transformar las ciudades (1) y el mundo entero”. Esta presunta Reforma, se presenta como la manera para alcanzar el mundo ciudad por ciudad, como dice C. Peter Wagner: “movilizar apóstoles territoriales para transformar la ciudad” (2)

Tomando ventaja del anhelo santo del cristiano de cumplir con la Gran Comisión, el diablo, como dije, se aprovecha de esa coyuntura, aportando su falsedad envuelta en papel de regalo.
La portada del libro de Wagner

“La portada del libro de Wagner”

a.¿Transformar las ciudades?

Como acabo de decir, el mensaje de esos presuntos ministros de Cristo es siempre impactante y triunfalista, así como fantasioso e irreal. Los integrantes de la “reforma apostólica” nos quieren hacer creer cosas que no vienen en la Biblia, pero que suenan grandilocuentes y muy deseables. Una de ellas es justamente esta, la de “transformar las ciudades”. Parten de la espuria premisa de que Dios ha mandado a la iglesia que transforme las ciudades.

En su libro, C. Peter Wagner, poniendo como solución el levantamiento de esos “apóstoles” para la consecución de dicha transformación, escribe:

“En años recientes el cuerpo de Cristo ha visto algunos principios importantes para llevar a cabo la transformación de las ciudades… ¿Cómo podemos lograr que nuestras ciudades se conviertan por completo en lo que Dios pretendió que fueran? ¡Este libro muestra que reconocer y afirmar apóstoles de la ciudad muy bien podría ser el eslabón más importante para ver nuestras ciudades transformadas de veras! (3)

Como dije antes, el engaño está servido para el cristiano, cuando a este se le plantea un fin o una meta muy deseables que no le permiten discernir el ulterior proceso para presuntamente conseguirlos, en este caso, la aceptación de una jerarquía co-católico romana que no contempla la Biblia, con todas sus espeluznantes consecuencias.

Como vemos Wagner parte de la asunción de que la Iglesia es llamada a transformar las ciudades; una asunción falsa del todo. Encuéntreme usted un solo pasaje en la Biblia que diga que somos llamados a “transformar las ciudades”, o a “transformar el mundo”, siquiera a transformar al individuo. ¡Si yo ni siquiera me puedo transformar a mí mismo, (ya que esa es la obra de santificación del Espíritu Santo), como voy siquiera a pretender algo más que eso!

Nadie puede transformar a nadie. El solo intento de hacer eso, consiste en manipulación y control sobre el individuo o la comunidad.

Debemos partir de la verdadera premisa bíblica al respecto. La Iglesia no ha sido llamada a hacer lo que no puede hacer (ni debe), sino a hacer lo que Cristo le ordenó, lo cual llamamos la Gran Comisión. Básicamente es esto:

* Ser testigos de Cristo (Hchs. 1: 8)
* Predicar el Evangelio (Mr. 16: 15)
* Hacer discípulos (Mt. 28: 19)

La conversión del individuo es la obra de Espíritu Santo, y en el hipotético (aunque muy deseable) caso de que toda una ciudad se convirtiera a Cristo, esta sería transformada, es cierto, pero la obra sería de Dios, jamás de los hombres que ni siquiera deberían intentarlo.

Por lo tanto el venir a decir que podremos lograr que nuestras ciudades se conviertan por completo en lo que Dios pretendió que fueran, y que para ello la clave está en reconocer y afirmar “apóstoles” (4), es una falacia y engaño terribles, eso sí, todo disfrazado y maquillado de presunta piedad.


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2. ¿Qué pretendió Dios que fueran nuestras ciudades y debemos lograr?

Por otra parte, ¿qué significa esto que escribe Wagner en cuanto a lo que Dios siempre pretendió que fueran nuestras ciudades, y que nosotros podemos lograr? Leámoslo de nuevo:

“¿Cómo podemos lograr que nuestras ciudades se conviertan por completo en lo que Dios pretendió que fueran? (5)

¿Qué ha pretendido Dios que sean nuestras ciudades, y para ello nos habría comisionado ha conseguirlo?... ¡Qué sutil puede ser el engaño!

Wagner nos viene a decir que Dios ha delegado en nosotros los cristianos la cristianización de las ciudades, donde viven creyentes, y mayormente impíos. Esta, por cierto, no es una idea nueva. En el siglo V, el católico s. Agustín de Hipona ya escribió su libro De Civitate Dei (“La ciudad de Dios”) aportando la idea de la ciudad perfecta en esta tierra pecadora. El mártir católico Thomas More, en el siglo XVI, nos presenta su “De optimo rei publicae statu deque nova insula Utopia” en español, (“Del estado ideal de una república en la nueva isla de Utopía”), en la cual presenta su modelo de ciudad ideal y utópica.

Básicamente, esa es la idea católica romana de siempre de transformar este mundo “por el poder del evangelio”- es decir – “a la fuerza”, como intentaran hacer los conquistadores españoles y portugueses en el Nuevo Mundo.

Lo que nos tenemos que preguntar ahora es lo siguiente: ¿Será que lo que Dios siempre pretendió conseguir en cuanto a las ciudades no lo ha podido conseguir, por depender de nosotros? ¿Será que Dios no es Dios para conseguir sus metas?, o más bien… ¿No será que Dios ha establecido un tiempo para el cumplimiento de Sus designios aquí en la tierra? La respuesta es la última pregunta.

Es un hecho clarísimo que no es de todos la fe (2 Ts. 3: 2), y que muchos no van a creer (Jn. 3: 18, 19). La fe no se puede imponer a nadie, ni siquiera Dios lo intenta. Todos los incrédulos quedan pendientes del juicio de Dios, en Su tiempo.

Digámoslo de otra manera: ¡Dios no nos ha llamado a convertir a los hombres, sino a predicarles a los hombres! Esto último no garantiza ninguna “transformación de las ciudades”. El Reino de Dios no puede avanzar en esta tierra más allá de las genuinas conversiones de cada uno de los hombres y mujeres que se entregan a Cristo; ir más allá de ese principio es andar en error y engaño (véase 1 Juan 5: 19).

Permítanme aclarar que yo deseo como el que más que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad (1 Ti. 2: 4), pero así como Dios lo desea (thelo en gr. es decir, desea), no va a imponerlo, ya que la aceptación de Cristo también está contemplado por el principio sagrado de la libertad del individuo, y eso es también designio y dádiva de Dios.
Thomas More

Retrato de Thomas More, (1527) de Hans Holbein el Joven”
3. El liderazgo es clave para transformar las ciudades, eso dice Wagner

Wagner se queja de que “en diez años de tratar sinceramente de organizar pastores y otros líderes de la iglesia para transformar ciudades ha producido tan gran frustración” (6). Wagner reconoce que su plan para “transformar las ciudades” no logra los resultados que pretendía, y él mismo declara cual es la solución. En negrita, escribe lo siguiente en su libro:

“Aunque otros elementos como oración, unidad y arrepentimiento son de gran importancia para transformar ciudades, sin la implementación del correcto liderazgo no se podrá tener el fruto esperado” (énfasis del autor) (7)

Nótese que el peso de esa misión imposible, la de transformar ciudades, recae según Wagner en la “implementación del correcto liderazgo”. Dispensen que me explaye un poco. Realmente y de veras que no entiendo como ha podido haber una editorial cristiana que haya podido publicar un libro así… ¿Qué estupidez es esta? (no lo puedo calificar de otro modo) ¿Cómo puede ser posible que alguien con dos dedos de frente asegure lo que asegura Wagner?

Pero vayamos por partes. Sinceramente, muy a menudo me llegan comunicaciones por correo electrónico de convocaciones a pedir perdón por los pecados de esta o de esta otra ciudad o nación, a pedir perdón por los pecados de nuestros antepasados, a arrepentirnos de pecados que no hemos cometido, pero se nos invita a identificarnos con ellos, a buscar como sea una unidad, muy por encima de cuestiones de doctrina….como si todo ello fuera algo imprescindible para mover el corazón de Dios para que este perdone a las ciudades y traiga el anhelado y tantas veces profetizado “avivamiento”.

Realmente, excepto al mandamiento de orar por todos los hombres (1 Ti. 2: 1) no puedo ver ni un ápice de esas cosas anteriormente mencionadas en el Nuevo Testamento, pero la creencia, que casi roza la superstición, es que si hacemos constantemente estas cosas, Dios se moverá, si ponemos fe (como si hubiera que convencerle con esos argumentos).

No obstante Wagner todavía va más lejos con lo que dice, además de todo esto, él le añade la cuestión del liderazgo, es decir, de sus “apóstoles de la ciudad”. Si se les admite, el prevé que en este tiempo las ciudades serán transformadas:

“No interpreto nuestro mandato de orar para que nuestras ciudades sean transformadas de aquí a cuarenta, cincuenta o sesenta años. Me gustaría ver que ocurriera en nuestra generación, no en la próxima” (8)

Y para que eso sea posible, uno de los conceptos cruciales para transformar las ciudades es el reconocimiento de los “apóstoles de la ciudad” (9), según Wagner.
Conferencia en Londres

“Recientemente estuve impartiendo unas conferencias sobre esta temática del falso apostolada en Londres, Inglaterra. Los hermanos estaban expectantes de saber más acerca de la verdad sobre este asunto. No quedaron defraudados”
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4. Las tres premisas wagnerianas

Wagner parte de tres asunciones que carecen de verdad bíblica:

a-La validez actual del apóstol (tal y como fueron los doce) (10)

b.La existencia de una iglesia de la ciudad, a base de muchas congregaciones (11)

c.La existencia de apóstoles de una ciudad (12)

a. La validez del apóstol (tal y como fueron los doce)

Peter Wagner, haciendo específica alusión a Efesios 2: 20, donde nos dice la Escritura que hemos sido edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas (no sobre las personas, sino sobre la doctrina inspirada que ellos nos dieron a conocer), haciendo caso omiso a esto último, asegura que “los apóstoles y los profetas no son personajes con una actuación histórica de dos mil años o más en el pasado. Son una realidad actual” (13)

Con esa declaración, nos advierte que así como fueron aquellos doce hombres escogidos directamente por Jesucristo como testigos suyos de su vida y resurrección, existen ahora hombres de igual modo (¿quizás vivieron hace dos mil años y fueron testigos como aquéllos y no nos hemos enterado?) Por lo tanto, y bromas aparte, esa asunción cae por su propio peso. El oficio de los doce cesó y es irrepetible; (para saber más acerca de los verdaderos apóstoles actuales ver):

http://www.centrorey.org/nuevo%20site/temas12.html

b.La existencia de una iglesia de la ciudad a base de las congregaciones

Wagner asegura que existe una unidad llamada iglesia de una ciudad, y que está formada por todas las congregaciones de esa ciudad:

“…la iglesia de la ciudad es una que se reúne en muchas congregaciones distintas. Jesús es el gran pastor de la iglesia de la ciudad, y los pastores de la iglesia local son los copastores” (14)

Esto no lo enseña la Biblia, es sólo una idea que además, ni es real, ni es factible. La Iglesia de Cristo es Universal, y no está configurada en ciudades, sino que está formada por todas las existentes congregaciones o iglesias de Cristo en todas partes. Conceptuarla o resumirla a una ciudad y a otra, es un error.

Tampoco es cierto que Jesús sea el pastor de la “iglesia de la ciudad”, como los pastores de cada congregación son los co-pastores. Esto es una simpleza. Jesús es el Cabeza de la Iglesia la cual es Su cuerpo, por lo tanto esto nos habla de universalidad, jamás de localidad. Además, aquí Wagner se contradice, si los pastores son los co-pastores de la presunta iglesia de la ciudad, ¿dónde encajan sus “apóstoles”?

c. La existencia de apóstoles de una ciudad

Wagner asegura que existiendo una iglesia de la ciudad, deberán existir apóstoles de la ciudad (contradiciéndose con lo de justo arriba).

Escribe así: “…algunos apóstoles son apóstoles de la ciudad…Si podemos aceptar la idea de que hay una iglesia de la ciudad, y si reconocemos que los apóstoles y profetas son el fundamento de la iglesia de la ciudad, se deduce lógicamente que la iglesia de la ciudad, como iglesia debe tener apóstoles” (15)

¡Qué osado es! Claramente nos coloca el concepto que ya debiéramos según el de aceptar que los “apóstoles y profetas son el fundamento de la iglesia de la ciudad”, otra vez, mal basándose en Efesios 2: 20.

¡Pues no, Wagner, no aceptamos ni reconocemos nada de eso! ¡Ni existe el concepto de “iglesia de la ciudad”, por tanto no existen los “apóstoles de la ciudad”, ni existen esos nuevos apóstoles y profetas que dice usted que son “el fundamento de la Iglesia”, ni siquiera de la “iglesia de la ciudad”, la cual – insisto - sólo existe en su exuberante imaginación!

Al respecto de esto último, hemos de entender que cada verdadera congregación de Cristo es la Iglesia de Cristo, como parte integrante de esta. Apocalipsis 2, 3, ciertamente nos habla de la iglesia sita en tal o cual ciudad, pero es debido al hecho de que esas ciudades eran más pequeñas que las de ahora y existían comparativamente menos cristianos. A nadie se le ocurriría en estos días pensar en términos de una sola mega congregación para una ciudad como Madrid, o Nueva York, por ejemplo.
Ciudades pobladas por gentes dispares

“Las ciudades están pobladas por gentes dispares, pero que se pueden catalogar en dos grupos absolutamente definidos y distintos: los salvos y los no salvos. Muchos no salvos son incrédulos, y jamás se convertirán a Cristo (2 Ts. 3: 2), por lo tanto en esta dispensación es absolutamente utópico – o más bien – impensable que las ciudades puedan ser transformadas al Evangelio”
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5. La cuestión dominionista, de nuevo

¿Por qué ese afán en ver este mundo transformado aquí y ahora? Todo ello parte de otra falsedad; la cuestión dominionista (*).

(*) “El Dominionismo es escatología post-milenial y militante, que enseña que la única manera para que el mundo pueda ser rescatado, debe ser a través del poder temporal y terrenal previamente incautado por la Iglesia a éste. Sólo después de que de ese modo el mundo haya sido rescatado, podría entonces regresar el Señor Jesús”

El planteamiento posmilenarista (el Reino Ahora) es clave aquí para entender las pretensiones de esos falsos maestros. Como tantas veces hemos explicado ya, ellos creen que la Iglesia ha sido llamada a establecer el Reino de Dios sobre esta tierra, y que hasta que eso no lo consiga, no podrá regresar Cristo.

Por lo tanto, vemos aquí el carácter de urgencia, no tanto como para acelerar la venida del Señor como para entronizar a esos hombres que según Wagner, Maldonado, Chavez, Eghart, Hamon, Jacobs y cientos más, tendrían el gobierno de Dios sobre las congregaciones de la ciudad, y hasta la “nueva revelación” que sería menester para la consecución de ese utópico fin: la “transformación de las ciudades”, y de ahí la transformación del mundo entero.

Para que lleguemos a creer la falacia de la transformación de las ciudades, para ello se requiere de la aceptación, reconocimiento y obediencia de esos hombres especiales por parte de los creyentes de la ciudad, como dice el propio Wagner: “…los apóstoles de la ciudad en la ciudad son dados por Dios, y si ese es el caso, su pueblo debería reconocerlos como tales” (16)

Para la implantación del Reino sobre la tierra por parte de la iglesia, como paso previo, sería absolutamente imprescindible el aceptar la dignidad jerárquica de esos hombres ungidos, a los cuales todos los ancianos o pastores de las congregaciones de las ciudades se deberían someter sin dilación y sin reserva (véase que estamos hablando del Reino), como el mismo Wagner asegura:

“…los apóstoles de la ciudad funcionan como pastores principales, cada uno en su propia esfera (*), y los demás pastores en la ciudad funcionan bajo los apóstoles como los miembros del personal de la iglesia funcionarían normalmente bajo su pastor principal ¡Este diseño funcionará!” (17)

De forma diáfana Wagner nos está diciendo que el verdadero pastor de cada congregación no es el pastor, sino el “apóstol”.

(*) Wagner llama a esas esferas, “esferas de autoridad” (18)

Estoy de acuerdo en que si se persigue la implantación del “Reino”, se deba de pensar en jerarquía, en mando, en organización piramidal, pero la Biblia me enseña todo lo contrario. La Biblia me enseña que la Iglesia NO HA SIDO LLAMADA A ESTABLECER EL REINO, el cual sólo lo establecerá el Rey en su venida gloriosa (no Reino sin Rey).

Así que otra vez digo, una mentira (la del establecimiento del Reino) lleva a otra mentira, la de (transformar las ciudades), y a otra consecuente (la de levantar “apóstoles de la ciudad”)

Recientemente, en mis conferencias impartidas a los hermanos en Londres (Inglaterra), les comentaba acerca de la triste realidad actual, que más que nunca antes en la historia de la iglesia, las ganas de oír cuentos y fábulas, y el aumento de los fabulistas que ocupan grandes púlpitos, es absolutamente demencial.

“Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas” (2 Timoteo 4: 3, 4)

La fábula del establecimiento del Reino por parte de la iglesia y sus derivaciones, es un atentado a la sana doctrina, que está haciendo que muchos desvaríen de su fe.
El reino ahora

“Esta es la portada de un libro que escribí hace unos años y que puede usted encontrar gratis en nuestra página: http://www.centrorey.org/nuevo%20site/apologetica_01.html
En el aclaro con detalle la cuestión dominionista”
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6. Resumiendo

El objetivo del Evangelio, no es el de transformar las ciudades, ni el mundo entero, ni siquiera al individuo incrédulo (2 Co. 4: 3, 4). El objetivo del Evangelio es el de hacer al creyente conforme a la imagen de Su Hijo (Ro. 8: 29).

Una vez, el Dr. Martin Lloyd-Jones escribió:

“El propósito del cristianismo no es producir hombres buenos, sino crear hombres nuevos, no mejorar la sociedad como tal, sino confrontar a los hombres individualmente” (19)

El vocablo “transformar” ni siquiera viene en la Biblia como tal, y de usarlo, deberíamos preguntarle al Dr. Wagner, así como a muchos correligionarios suyos, qué es lo que realmente quieren decir por “transformar las ciudades”¸ ¿transformarlas cómo o en qué?

Todo ello redunda en una sutil excusa para procurar el levantamiento de una jerarquía que la Biblia no contempla para la Iglesia; un levantamiento estructural piramidal que Cristo mismo desechó y condenó para sus discípulos (Mt. 20: 25-28); un movimiento que apunta hacia el establecimiento del llamado Nuevo Orden Mundial, en su aplicación al cristianismo (véase Ap. 13: 11ss)

Para estos hombres que enseñan estas cosas, es evidente que el Espíritu Santo prácticamente no cuenta, al ensalzar tanto la figura de su “apóstol - apostolítico”, el cual lo levantan como vicario y cara visible – aunque demacrada - del santo y bendito Espíritu de Dios, Quien realmente es el que debe gobernar la Iglesia.

Por lo tanto, otra vez lo siguiente nos ayudará recordar la sabiduría de Dios:

“Cesa, hijo mío, de oír las enseñanzas que te hacen divagar de las razones de sabiduría” (Pro. 19: 27)

“El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza” (Prov. 1: 7)

Dios les bendiga

© Miguel Rosell Carrillo, pastor de Centro Rey, Madrid, España
ww.centrorey.org

El Vaticano y su agenda por el nuevo orden mundial


Juan Pablo II habló reiteradamente de la necesidad de un Nuevo Orden Mundial, cuando postulaba acerca de traer las soluciones a los problemas de este mundo. El lo dijo así:

“Para que venga la paz, es necesario un nuevo respeto hacia la ley internacional, y la creación de un “Nuevo Orden Mundial”, basado en las metas de las Naciones Unidas, (ONU)” (1) (énfasis nuestro)

Démonos cuenta de que para ese hombre que se decía representante de Dios en la tierra, la paz no puede venir sino por el respeto a las normas humanas, basándose en los objetivos de la unión de las naciones (ONU): se mire como se mire, es un mensaje absolutamente anticristiano y anticristo, ya que sólo Cristo es el que puede traer la paz a este planeta.

Su sucesor, Ratzinger, alias Benedicto XVI, está llevando este discurso y acción mucho más lejos, y hacia una concreción. La nueva diplomacia Vaticana, intercede por el imperativo de un Nuevo Orden Mundial, cuestión sentida por los pueblos y gobiernos de la época actual (2). Y esto es cierto. Las gentes buscan intuitivamente paz y seguridad. Buscan bienestar y desarrollo. Esto no es malo en sí, el problema es que lo están buscando mal. Lo buscan en el hombre y no en Dios.

El Vaticano tiene prisa en cumplir con la agenda jesuita de llevar a esta humanidad al “reino milenial”, comúnmente llamado por todos, el Nuevo Orden Mundial. La Biblia nos habla con mucha claridad de este falso reino milenial, sobretodo en el libro de Apocalipsis (ver Ap. 13), cual es el reinado de la Bestia Anticristo y de su segundo, el Falso Profeta, y que en realidad, lejos de ser “milenial”, gracias a Dios sólo durará un total de tres años y medio años (Dn.12: 11-13; Ap. 13: 5), aunque será el tiempo más devastador que ha conocido el hombre sobre la tierra (Mt. 24: 21)

Cabe señalar aquí que los verdaderos cristianos, no esperamos ese falso reino milenial, sino el verdadero Reino Milenial, el que traiga consigo el Rey de reyes y Señor de señores cuando vuelva en Su gloria (Ap. 19: 11-21)

El mundo que conocimos a raíz del final de la Segunda Guerra Mundial, y de eso hace ya casi 60 años, adolece y requiere de un cambio sustancial. Nadie en su sano juicio puede negar eso. Esa es la razón por la cual el actual jefe visible del Vaticano, Benedicto XVI, aboga como solución sin paliativos: “la construcción de un Nuevo Orden Mundial” (3), e incluso haya comentaristas que recogiendo el eco de las masas, aseguren que: “La ONU debe escuchar el mensaje del Papa cuando aboga por un Nuevo Orden Mundial” (4).


Pero nosotros los cristianos, sabemos que esa no es la solución, ya que el hombre no puede traer a este mundo un verdadero, santo, justo y perdurable Nuevo Orden Mundial, sino todo lo contrario, dada la naturaleza caída del ser humano y en general, su alejamiento de Cristo.

No obstante, el hombre moderno, dirigido por un imparable y diabólico espíritu humanista y materialista, no cesa en tratar de avanzar según sus propios pasos, buscando el levantamiento de su Nuevo Orden Internacional, siguiendo las directrices del que sin dudas será su jefe espiritual, y que tiene la capacidad de moverse en casi todos los ámbitos:

“Recientemente la Asamblea General de la ONU aprobó la creación de una mecanismo multilateral garante de la paz. En un futuro próximo la ONU también deberá tener estructuras eficientes en materia de derechos humanos, desarrollo económico y social y en materia ambiental. Son pasos para ese Nuevo Orden Mundial enunciados por el Papa Benedicto XVI>> (5) (énfasis nuestro)

Así pues, tengamos claro qué es lo que está ocurriendo hoy en día. El papa romano, como cabeza visible de todo un sistema de falsa religión, auspiciado desde las sombras por el General Superior de la Compañía de Jesús (Jesuitas), como así ha sido desde la concepción de ese ejército papal con su general al frente, pone sobre el tapete de la mesa internacional la extrema e ineludible necesidad de trabajar hacia el levantamiento de un Nuevo Orden Mundial. Tengamos presente todas estas cosas al ir avanzando en la exposición de ciertos hechos en este artículo.

1. La religión y el Nuevo Orden Mundial
Religión y fe parecen sinónimos, y esta última tiene que ver del todo con creencia. Lo que una persona cree, es lo que piensa, lo que es, y lo que hace. Esa es la razón por la cual es tan importante la cuestión de la religión; sin olvidar que ese término que proviene del latín religare, da todo el sentido de atar (religar) ¿Será importante la cuestión de la religión en aras del Nuevo Orden Mundial? ¡Absolutamente!. Si se consigue una misma fe para todos, o casi todos, se consigue todo: ¡todos religados!

Ahora bien, ¿qué es lo que el propio Ratzinger (Benedicto XVI) en este sentido está haciendo actualmente en pro de ese aludido Nuevo Orden Mundial? Mucho, por cierto. Siguiendo la senda de su antecesor, Karol Wojtyla, está trabajando arduamente hacia la consecución de una sola religión mundial que estaría basada en la interrelación e interacción de todas las actuales existentes. Esta es la meta final del ecumenismo. La Biblia le llama a eso la Gran Ramera, la cual es la expresión final y consecuente del catolicismo de Roma. Esa religión que es la máxima expresión babilónica, será necesaria para la “espiritualidad” en el Nuevo Orden Mundial, y el control sobre el individuo y las masas.

La futura religión mundial, dirigida por el Vaticano y su Falso Profeta (Ap. 13; Ap. 17) será absolutamente anticristiana, aunque hablará sin ambages de paz, unidad, amor fraterno, y demás conceptos cristianos. Escribió David Wilkerson en su excelente libro profético “La Visión”, en fecha tan tardía de abril de 1973:

“Veo la formación de una superiglesia mundial, que consistirá en una unión entre los protestantes ecuménico-liberales y la iglesia católica romana, que se unirán políticamente de la mano, creando una de las más poderosas fuerzas religiosas en la tierra. Esta superiglesia mundial será espiritual sólo de nombre, y usará desembarazadamente el nombre de Jesucristo, pero de hecho será anticristo y política en muchas de sus actividades. Esta poderosa unión de iglesias estará profundamente implicada en la asistencia social, en tremendos programas de caridad, y en ministerios piadosos. Sus dirigentes harán declaraciones arrolladoras con respecto a satisfacer las necesidades del género humano emitiendo un llamamiento a una renovada labor social e intervención política, y por una mayor voz en los asuntos mundiales” (6)

De hecho, esto ya está ocurriendo actualmente. El protestantismo en cualquiera de sus vertientes, ha quedado en gran manera afectado y saturado, aunque no del todo, de falso ecumenismo dada la increíble labor que los Jesuitas han estado haciendo contra él, poco a poco, como la labor de la hormiguita, a lo largo de los últimos años, sobretodo a partir del Concilio Vaticano II.

No obstante, en la agenda jesuita, todavía se está yendo más lejos, ahora le está tocando el turno al Islam. Esta fue la razón principal de la visita de Ratzinger a Turquía.

Todo se ideó con meticulosidad y cuidado, al más mínimo detalle. Siguiendo escrupulosamente con la pauta hegeliana: tesis + antítesis = síntesis, o lo que es lo mismo: el fin justifica los medios, ambas acepciones tan comunes en el medio jesuita, después de la abrumadora, y aún violenta respuesta de amplios sectores del islamismo ante las palabras del actual papa romano contra el Islam en uno de sus sermones, y de su aparente pedir perdón por ellas, presuntamente humillándose al extremo, de repente se le abrieron las puertas para entrar, nada menos que en Turquía, país prácticamente musulmán…¿no es todo esto muy curioso? ¡Sin duda fue un plan muy bien estudiado! Y hasta le recibió nada menos que el Gran Mufti turco, el cabeza de todos los musulmanes de Turquía, al que todos obedecen ciegamente.

Al respecto de todo esto, en un artículo del “Nuevo Herald” del dos de diciembre del corriente, leíamos:

“Después que el pontífice católico suscitó indignación en buena parte del mundo islámico con una cita de un emperador bizantino que muchos musulmanes consideraron ofensiva, los jerarcas del Vaticano se esforzaron por salvar su visita a este país de abrumadora mayoría musulmana y lo último que consideraron fue una visita a una mezquita. Pero el Papa alemán no sólo visitó la famosa Mezquita Azul de Estambul sino que también oró junto a un imán de cara a La Meca” (7)

¡Consiguió todos sus propósitos! Nótese que la cita para presuntamente ultrajar al Islam la sacó Ratzinger nada más y nada menos que de un antiguo emperador de Bizancio, la antigua Constantinopla y actual Estambul, por lo tanto esa estratagema iba dirigida al lugar donde algunas semanas más tarde debía dirigirse. Una manipulación muy bien diseñada y orquestada para conseguir objetivos claves para el Nuevo Orden Mundial, y para ello, no le importó sacrificar el orgullo y la soberbia que han caracterizado siempre a los pontífices romanos, en aras de una presunta humildad cristiana que llegara a convencer a cuantos más incautos, mejor.

Benedicto XVI, descalzo en la Mezquita de Estambul, y rezando en dirección a la Meca, junto con el Imán.

En este sentido, Alexander Karloutsos, religioso ortodoxo griego, quien planificó las entrevistas en Estambul entre Benedicto y el líder espiritual de los cristianos ortodoxos, el patriarca ecuménico Bartolomé I, declaró refiriéndose a Ratzinger:

''Vino aquí con humildad, y eso para el pontífice requiere un acto de valentía''.

El musulmán Mustafá Cagrici, clérigo supremo de Estambul, luego de orar con Ratzinger, le dijo:

''Una golondrina no hace verano, pero muchas le pueden seguir para poder disfrutar de una primavera en este mundo''.

En un mismo acto, Ratzinger consiguió alcanzar tres metas muy importantes y muy bien planificadas de antemano: Meterse en el bolsillo a los ortodoxos, a los cristianos armenios, y a los musulmanes turcos, y todo en aras del próximo establecimiento del Nuevo Orden Mundial.

3. Benedicto XVI, descalzo y mirando a La Meca, se convierte en el primer Pontífice que reza dentro de una mezquita
Ante la mirada atónita de muchos católicos sinceros en todo el mundo, desconcertados y perplejos, Benedicto XVI, no sólo visitó la famosa Mezquita Azul de Estambul, sino que en ese templo, símbolo del Islam turco, descalzándose, oró junto a un imán de cara a La Meca. Por sugerencia del Mufti de Estambul, Mustafá Cagrici, quien hizo de guía durante su recorrido por esta mezquita, los dos hombres, vestidos de blanco, el uno al lado del otro, permanecieron inmóviles durante aproximadamente dos minutos, con sus manos cruzadas sobre sus vientres en una actitud de rezo clásica musulmana.


¡Hasta que punto Ratzinger, el guardián de la doctrina ortodoxa, el que fuera cardenal Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, ha sido capaz de sacrificar su catolicismo, con el fin de agradar al musulmán, al que para él siempre fue un pagano! Y todo en aras, no de paz y seguridad algunas, no nos engañemos, sino del anhelado Nuevo Orden Mundial.

Pero aún hizo más. Ratzinger dejó escrito lo siguiente en el libro de oro de Santa Sofía:

“En nuestra diversidad nos encontramos ante la fe del Dios único, que Dios nos ilumine y nos haga encontrar el camino del amor y de la paz”.

Para Ratzinger el dios del Islam y el dios suyo es el mismo. En eso tiene toda la razón, y los verdaderos cristianos entendemos a qué se debe.

Y ya en la mezquita, ante el Gran Muftí de Estambul, declaró:

“Esta visita nos ayudará a encontrar juntos el camino de la paz por el bien de la humanidad”.

¡Arduo esfuerzo y traición incluso a la misma fe católico romana en aras de conseguir el tan ansiado Nuevo Orden Mundial, el cual en absoluto buscará la paz y el bien de la humanidad, sino el complacer los deseos del maligno!

4. ¿Confraternizando con la Gran Ramera?
Los propósitos del Vaticano son a estas alturas excepcionalmente diáfanos. La agenda de la Gran Ramera está ya abierta a los ojos de cualquiera que quiera tomarse la mínima molestia de echarle un simple vistazo. Realmente está poniendo las cartas sobre la mesa, y eso es indicativo, una vez más, de que la venida del Señor a por los suyos está más cerca que nunca antes.

Dado que eso es así, como lo es, nos asombra de forma excepcional, la conducta de algunas figuras visibles del mundo evangélico, y sobretodo, nos preocupa el efecto que puede causar, y de hecho está causando, en las filas eclesiales, sobretodo entre la juventud.

En este artículo, y no sin dolor, me gustaría reflejar acerca de esas conductas abiertamente simplistas y ecuménicas, pero que son trascendentes hacia una hipotética, peligrosa, y a todas luces falsa unidad entre los que somos de Cristo y los que son seguidores de la Gran Ramera.

No vamos a juzgar las intenciones del corazón de esos hermanos, sino que juzgaremos los hechos (Jn. 7. 24)


Habiendo demostrado cuales son los propósitos de aquellos que manejan los hilos del catolicismo romano, y que todo buen católico debe seguir, porque esa es su fe, la cual es según los dictados de Roma, nos preguntamos, ¿cómo es posible que hayan ministros evangélicos que quieran y deseen de todo corazón unirse en una misma declaración de creencia y espíritu con los jerarcas del Vaticano, hasta el punto de renegar de sus “antiguas veredas”?

¿Renegando de la antigua vereda?
Marcos Witt, que participó activamente en el III Encuentro Fraterno de C.R.E.C.E.S. (comunión renovada entre Evangélicos y Católicos), evento ecuménico realizado el 19 de junio del corriente en el estadio Luna Park de la ciudad de Buenos Aires, ante unas 7.000 personas, dijo lo siguiente:

“Conocemos perfectamente bien el resultado del distanciamiento, del aislamiento, de la polarización, porque tenemos siglos de historia. Este encuentro es un “camino nuevo, peligroso, difícil, que nos puede llevar a una nueva historia- y afirmó convencido: “quiero caminar por esta vereda diferente, porque conozco la otra” (8)

¿A qué otra vereda conocida se está refiriendo Marcos Witt? ¿No será esa la vereda que nos separa de todo aquello que no es conforme a la sana doctrina de nuestro Señor Jesucristo, y que nos enseña que no existe comunión entre Cristo y Belial, que no hay que unirse en yugo desigual con los incrédulos? (2 Co. 6: 14-18)

¿Y no son los incrédulos aquellos que niegan que es sólo por la fe que recibimos la salvación por Cristo Jesús?, porque hermanos, ¡no nos equivoquemos! Los evangélicos verdaderos no creemos lo mismo que los católicos, los cuales están obligados, entre otras muchas cosas, a jamás aceptar la seguridad de la salvación en vida; a creer que la salvación no es solamente por la fe sino por las obras meritorias y la recepción de los sacramentos; y a pertenecer a la “santa madre iglesia” (Roma). En cuanto a esto último, veámoslo:

“Este santo Concilio enseña que la Iglesia (Católica) es necesaria para la salvación. Por tanto, no podrían ser salvos los que, sabiendo que la Iglesia Católica fue fundada como necesaria por Dios mediante Cristo, rehusaran o entrar en ella o permanecer en ella” (9)

El Concilio mencionado es el Vaticano II, donde a los evangélicos, en vez de llamarnos herejes y anatema como había sido la insana costumbre hasta entonces, engañosamente se nos denominó hermanos separados.


¿No se da cuenta Marcos Witt y los demás, que la finalidad y estrategia de Roma es la de fingir una búsqueda de la unidad con los evangélicos con el fin de llevarnos de “vuelta” a todos a su seno?

Pero todo esto es mucho más que un buscar el ampliar las filas del catolicismo como siempre se le ha conocido. Todo esto es la labor hacia la implementación del Nuevo Orden Mundial, hacia el cual Marcos Witt, conscientemente o no, se presta a ello, y de todo corazón, para nuestra tristeza.

La enseñanza de Trento: El dogma católico-romano
Pero veamos algunas de las cosas que los católicos están obligados a creer, y que son diametralmente opuestas a la fe bíblica.

El dogma católico romano, fue establecido definitivamente en el Concilio de la Contrarreforma de Trento (s. XVI), y fue especialmente dirigido a refutar a los Reformadores Evangélicos, encabezado y llevado a cabo por los Jesuitas de Ignacio de Loyola, porque para ello fueron levantados por el papado, entre otras cosas.

El Concilio de Trento

La Constitución Dogmática “Lumen Gentium”, publicada por el Concilio Vaticano II, es el texto más ensalzado por ser el más trascendental logro del Concilio. Este importante documento afirma claramente que no define ninguna doctrina o dogma nuevos. Por tanto, las doctrinas expresadas en el Concilio de Trento tienen vigencia absoluta. La siguiente es la declaración conciliar a la que nos referimos:

“Este concilio sagrado (Vaticano II) acepta lealmente la venerable fe de nuestros antecesores, y propone de nuevo los decretos del Segundo Concilio de Nicea, del Concilio de Florencia, y del Concilio de Trento” (10)

Por lo tanto, ya que vuelve a definir los mismos postulados dogmáticos que el Concilio de Trento, postulados estos que todo verdadero católico tiene que creer con fe católica, veamos pues algunas de esas declaraciones tridentinas:
En cuanto a la misa:

“Si alguno dijere que en la misa no se ofrece a Dios un sacrificio propio y verdadero, sea anatema” (es decir, sea maldito)

¿Se imaginan ustedes hermanos yendo de nuevo a misa, y creyendo que en ella, el presunto oferente (el cura), ofrece a Dios un sacrificio, cual es supuestamente, una y otra vez el sacrificio de Jesús, cuando dice la Escritura que El lo hizo una vez y para siempre, ofreciéndose a sí mismo? (He: 7: 27)

¿Aceptarían ustedes esa doctrina? Seguro que no, como yo. Pues entonces, la iglesia de Roma nos maldice.

Sigue diciendo Trento:

“Si alguien niega que en el sacramento de la Santísima Eucaristía están presentes verdadera, real y substancialmente el cuerpo y la sangre y la divinidad de nuestro Señor Jesucristo, y consecuentemente Cristo mismo, sino que dice que es sólo un símbolo, figura o fuerza, sea anatema” (es decir, sea maldito).

¿Se imaginan ustedes, hermanos, creyendo que en el pan y en el vino están en sustancia el cuerpo, la sangre y la divinidad de Cristo, haciendo por tanto, un dios de esas formas?

¿Aceptarían ustedes esa doctrina? Seguro que no, como yo. Pues entonces, la iglesia de Roma nos maldice.

Sigue Trento diciendo:

“Si alguien niega que en el venerable sacramento de la Eucaristía el Cristo integral está contenido bajo cada forma y bajo cada parte de cada forma cuando se divide, sea anatema” (11)

¿Se imaginan ustedes, hermanos, afirmando que Quien es la persona de Cristo está contenido bajo cada forma y bajo cada parte de cada forma cuando se divide?

¿Aceptarían ustedes esa doctrina? Seguro que no, como yo. Pues entonces, la iglesia de Roma nos maldice.

Sigue Trento afirmando:

“Si alguien dice que en el santo sacramento de la Eucaristía, Cristo el unigénito Hijo de Dios, no ha de ser adorado con el culto de latría, también externamente manifestado, y que consecuentemente no ha de ser venerado en festividad solemne extraordinaria, ni ha de ser cargado solemnemente en procesión según los laudables y universales ritos y costumbres de la santa Iglesia, ni ha de ser exhibido públicamente ante el pueblo para que lo adoren, y que por lo tanto los adoradores son idólatras, sea anatema” (12)

¿Se imaginan ustedes, hermanos, adorando el pan que eleva el cura católico como el que adora a la persona de Cristo, etc. etc.?

¿Aceptarían ustedes esa doctrina? Seguro que no, como yo. Pues entonces, la iglesia de Roma nos maldice.

Todas estas ridículas y blasfemas doctrinas son las que cada católico está obligado a creer, si es que quiere llamarse católico. ¿Podrá entonces un católico ser un verdadero cristiano? Difícilmente, ¿no es cierto?

Entonces, ¿qué verdadera comunión en el Espíritu podemos tener los cristianos con los católicos? La verdad es que ninguna.


A mí me parece más honesto el posicionamiento de los católicos sinceros y convencidos, que nos tienen a nosotros, los cristianos de la Biblia, por herejes y anatemas, porque es de acorde a su creencia tridentina.

Lo que no es de recibo, es la falsedad e hipocresía de todos aquellos católicos y presuntos evangélicos que, ignorando el dogma católico, y la Biblia, respectivamente, se lanzan en una sinrazón ecuménica, que no es más que una vergüenza, incluso a los ojos del mundo, que contradice el propio enunciado del slogan del III Encuentro Fraterno de C.R.E.C.E.S, mencionado anteriormente, el cual dice así:

“Para que todos sean uno, para que el mundo crea”.

“Para que todos sean uno, para que el mundo crea”… ¿en qué? ¿En una esquizofrenia doctrinal? ¿En una confusión espiritual?... ¿En qué deberíamos creer si los cristianos nos uniéramos a los católicos? ¿Deberíamos seguir creyendo sólo en la Biblia, o deberíamos, contradiciéndola, creer también en las declaraciones conciliares de los papas?, ¿y los católicos, deberían sólo creer en la Biblia, dejando entonces de ser católicos? Esto no es más que una vuelta hacia la torre de Babel: ¡Confusión!

¿Qué comunión hay entre la luz (la Biblia) y las tinieblas (Roma)? ¡Ninguna!

Como cristianos, así como hemos de amar a todos los hombres, amamos a las personas que practican el catolicismo, a los cuales llamamos católicos, orando por ellos (no con ellos) para que se conviertan al verdadero Cristo, y eso dista mucho a ser uno con ellos. A eso, no nos llama el Señor, sino todo lo contrario:

<> (Apocalipsis 18: 4, 5)

5. Haciendo referencia al III Encuentro Fraterno de C.R.E.C.E.S (Comunión Renovada de Evangélicos y Católicos en el Espíritu Santo)
Referente al III Encuentro Fraterno de Buenos Aires celebrado hace poco, leemos así en una nota del diario La Nación:

“Unos 7.000 fieles católicos y evangélicos participaron de las disertaciones y alabanzas que se desarrollaron durante todo el día y fueron presididas por Marcos Witt,un cantautor mexicano que tiene en su haber ocho premios Grammy para la música religiosa” (13)

En la conferencia de prensa que se realizó, y en la cual participaron Matteo Calisi, presidente de la Fraternidad Católica de Asociaciones y Comunidades Carismáticas de Alianza de Derecho Pontificio; el pastor evangélico Giovanni Traettino; el padre Raniero Cantalamessa, y el pastor y músico mexicano Marcos Witt, ambos pastores evangélicos, coincidieron en que ese encuentro “no sólo trascenderá las puertas del Luna Park, sino que también va a resonar en toda América Latina” (14) ¡Y sí que lo ha hecho, pero de qué manera!

El franciscano Rainiero Cantalamessa
Uno de los principales oradores del III Encuentro Fraterno de Buenos Aires, fue el predicador del Papa, el franciscano italiano Raniero Cantalamessa, y “fue aclamado por todo el auditorio, que siguió atentamente su exposición por más de 45 minutos” (15).

Este monje capuchino fue escogido en 1980 por Juan Pablo II para ser el predicador oficial del Vaticano. El franciscano predica un sermón diario en la presencia del papa Benedicto XVI, los cardenales, obispos y demás miembros de la “santa Sede”.


Este padre franciscano, predicando no sólo a los católicos presentes (lo cual es lo propio), sino además a los incautos evangélicos que se prestaban a escucharle, dijo lo siguiente:

“El Espíritu Santo conduce a los creyentes a la unidad y a la verdad a través de dos caminos: uno, la unidad carismática y pentecostal y la otra es la unidad jerárquica e institucional: “El Espíritu precede, y la institución no puede más que seguirlo”

¡Esa no es más que una invitación a los evangélicos a unirse a Roma (la unidad jerárquica e institucional)! ¿Dirían Marcos Witt y los veinte pastores congregados allí amén a eso? Los creyentes en la Biblia decimos un rotundo: ¡No! Lo que dice Cantalamessa que dice el Espíritu Santo que hace, ¡no lo hace!

Otra cosa que el Espíritu Santo no hace, es lo que dice Cantalamessa que sí hace, y es en cuanto a lo siguiente:

El padre capuchino relató cómo fueron sus comienzos en el diálogo con los pentecostales (¡¿). Subrayó en su disertación que por sí sola, la vía del ecumenismo oficial y teológico no alcanzaría nunca la unidad de los cristianos. Dijo que era necesario sostener el ecumenismo doctrinal con el espiritual, y como dijo que ambos proceden del mismo Espíritu, no puede haber conflicto.

¡Qué flagrante mentira! ¿Se imaginan ustedes, queridos hermanos al bendito Espíritu Santo diciendo dos cosas diferentes y contrarias entre sí?

El Espíritu Santo ha hablado por la Biblia, y ésta es la verdadera Palabra de Dios, la cual no puede ser rebatida, ni nada a ella se le puede añadir. Huelga hacer mayor comentario que este.

El franciscano Cantalamessa es un fiel servidor de Roma…y, ¿qué hacen esos evangélicos escuchándole, y diciendo amén a todo esto que enseña?

Pero no todo queda con Marcos Witt y los demás pastores evangélicos. Curiosamente, unos pocos meses más tarde, el nombre del franciscano capuchino Rainiero Cantalamessa aparece de nuevo en la agenda evangélica, esta vez junto al celebérrimo Benny Hinn. ¡Parece que todo está bien orquestado! (como sin duda alguna lo está)

El 22 de Noviembre del corriente, Benny Hinn viaja a Roma para expresamente encontrarse con el franciscano Raniero Cantalamessa, el mismo del evento católico organizado por C.R.E.C.E.S. en Argentina, donde participó Marcos Witt, entre otros.

Benny Hinn vestido con una indumentaria negra que parece una sotana con su alzacuellos, es recibido por un sonriente Cantalamessa, y ambos charlan amigablemente y hasta incluso “rezan” cogidos de las manos por cada uno.


En la página cibernética de Hinn, se nos detalla que después de meses de intentar arreglar un encuentro dado lo apretado de sus agendas, “el Pastor Benny y el Padre Cantalamessa finalmente han podido tener un encuentro cara a cara, y tener una prolongada y privada conversación” (17) Todo esto nos da mucho que pensar.


6. Llegando a conclusiones
Ahora llegados a este punto, echemos un vistazo a todo el recorrido. Tenemos a un papa romano, Benedicto XVI, que propone un Nuevo Orden Mundial para el presunto bien de la humanidad. Sabemos los que amamos la Biblia, que ese aludido Nuevo Orden, no es más que el orden de la Bestia Anticristo y su Falso Profeta (Ap. 13).

Vemos que ese hombre, junto con su equipo, es capaz de ingeniárselas para poder entrar con paso firme en una nación musulmana como es Turquía, y hacer migas con ortodoxos, armenios y musulmanes, hasta el punto de rezar como un musulmán más, mirando a la Meca y descalzo en una mezquita, para asombro y horror de muchos verdaderos católicos.

Luego tenemos a Marcos Witt, uno de los pastores y adoradores evangélicos más conocidos, junto con Benny Hinn, uno de los tele evangelistas más afamados, flirteando con los líderes católicos, como el padre Cantalamessa, predicador oficial del Vaticano ante Benedicto XVI, todo ello para asombro y consternación de nosotros, los cristianos.
Todos ellos sirven en bandeja un mensaje común, muy manido ya, el de la “unidad de los cristianos”.

¿Cuál es la conclusión lógica y visible a todas luces: Todos ellos, conscientes o no, junto con miles más, están aportando el ingrediente básico para el establecimiento del Nuevo Orden Mundial: La unidad interreligiosa.

Hermano, no se deje engañar. La Palabra es muy clara en cuanto a que en los últimos tiempos y días, previos a la venida del Señor sobre las nubes, para recoger a Su amada, estas cosas iban a suceder. Por lo tanto, en realidad, nada de todo esto nos debería extrañar.

Consiguientemente, más que nunca antes, ahora es el tiempo de renunciar a la impiedad y a los deseos mundanos, y vivir en este mundo de manera sobria, justa y conforme a la voluntad de nuestro Dios, aguardando la esperanza bienaventurada, y la manifestación gloriosa de nuestro Dios y Salvador Jesucristo (Tito 2: 12, 13).

Dios les bendiga.

© Miguel Rosell Carrillo, Pastor de Centro Rey, Madrid, España.
Diciembre 2006
www.centrorey.org

El pecado del hombre ante la santidad de Dios


Es muy importante entender la situación real del hombre natural, es decir, del hombre sin Cristo.

La gran tragedia del ser humano sin Dios, es la de no conocer su situación real ante Dios.

Por lo general, el hombre sin Dios vive en la vida según su creencia: o bien creyendo que esta vida es todo lo que hay, y que después no hay nada; o bien creyendo los postulados de su religión particular.

“El hombre en sí, es la expresión enfática del egoísmo”

Si nos damos cuenta, el hombre no deja de “creer”; eso es innato en él, puesto que es un ser espiritual. Por tanto, le sería muy beneficioso prestar atención y tomar en cuenta lo que el verdadero Dios ha dicho a través de Su libro, la Biblia.

La Biblia, el libro de Dios, en definitiva dice dos cosas que deberían ser del conocimiento de todos los hombres:

1. El hombre - en sí - está eternamente condenado (Jn. 3: 19; Ro. 3: 23)
2. El hombre requiere de la salvación que sólo Dios puede proveer para salir de esa condenación (Jn. 3: 16; Ro. 3: 24)

El hombre natural, es decir, el hombre sin Cristo (1 Corintios 2: 14) está condenado, porque está separado de Dios por causa de su pecado.

El hombre sin Cristo está separado de Dios por el pecado, y su final eterno es el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda (Ap. 21: 8)

Pecado es vivir conforme a la voluntad de uno, sin considerar la voluntad de Dios.

Aunque ese hombre haya vivido una vida sin excesos, comportándose aceptablemente a los ojos de la sociedad en la que está; respetando las leyes naturales y civiles, y buscando su felicidad sin perjuicio de terceros, e incluso haciendo felices a otros en el contexto de un sano altruismo - todo lo cual en su conjunto sería testimonio más que aceptable según el baremo de este mundo civilizado – aún y así estaría eternamente condenado, y llegado el momento de expirar, iría al infierno sin remisión.

Aunque ese hombre haya vivido tal y como lo expuesto justo arriba, añadiendo a ello el haber sido fiel cumplidor de los mandamientos de una religión determinada, buscando a su manera y albedrío el agradar a su Dios; sacrificándose por los suyos, y aún por otros desconocidos – aún y con todo - estaría eternamente condenado, y llegado el momento de expirar, iría al infierno sin remisión.

Todavía podemos dar un tercer caso, el de un hombre creyente nominal que siempre ha ido a la iglesia cristiana, que periódicamente lee la Biblia y ora, que jamás dice palabras malsonantes, es servicial, está involucrado en diversas actividades evangelísticas, dando un testimonio cristiano más que aceptable, etc. etc. pero que jamás nació de nuevo verdaderamente (Jn. 3: 3); por lo tanto, ese hombre o mujer, estaría eternamente condenado, y llegado el momento de expirar, iría al infierno sin remisión.

Espero que este estudio nos ayude a comprender mejor, no sólo la realidad del hombre ante Dios, sino la respuesta de Dios al hombre; la única respuesta ante la siguiente gran pregunta:

“Si a pesar de todos mis esfuerzos, estoy condenado a pasar toda la eternidad en el infierno, ¿Cómo poder escapar de esa realidad, si es que hay manera?”

Esta pregunta, todo ser humano se la tendría que hacer, así como buscar la respuesta.
“La Biblia nos enseña cual es la voluntad de Dios”

“La Biblia nos enseña cual es la voluntad de Dios”
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1. Preludio

“Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender…” (1 Corintios 2: 14)

El hombre natural, es decir, el hombre sin Dios, no puede por él mismo entender y percatarse de las cosas de Dios. Vive conforme a la faceta natural, pero está muerto en cuanto a la percepción espiritual de Dios, y todo ello a causa de esa separación producida por el pecado.

El pecado causó separación del hombre respecto a Dios. El aceptar que lo que al hombre le separa de Dios es el pecado, es clave para proseguir en el entendimiento de toda esta cuestión.

¿Por qué el hombre natural está condenado, y desde cuando esto es así? Remontémonos al principio.

Cuando al sexto día Dios terminó Su creación (Génesis 2: 1), vio y consideró que todo lo que había hecho era bueno en gran manera (Génesis 1: 31). No había pecado, sino inocencia.

La muerte no existía. De hecho, no había enfermedades, ni catástrofes naturales, ni ningún tipo de deficiencia. El clima era ideal, y todo rebosaba vida y bien sobre la tierra.
“En el principio todo fue creado perfecto”

“En el principio todo fue creado perfecto”

El hombre, fue creado por Dios a Su imagen y conforme a Su semejanza (Gn. 1: 26), para mantener una relación de amistad y amor con su Creador, y regirsobre lo que El había creado (Gen. 1: 28-30).

La responsabilidad de todo lo creado sobre la tierra estaba en las manos del hombre recién creado. Y así fue por pocos años (Gen. 1 y 2). Hasta que usando de su libre albedrío, tanto Eva como Adán prefirieron romper su relación con Dios al decidir creer las promesas mentirosas del diablo:

“Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que el Señor había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios sabiendo el bien y el mal” (Génesis 3: 1-4).

La decisión del hombre de creer al diablo antes que a Dios fue tomada en perfecto uso de su libertad, de su voluntad y conocimiento, por lo tanto había responsabilidad y consecuencias.

Esa decisión motivó la ruptura eterna de relación entre la criatura y su Creador. Por todo ello, la desobediencia de la mujer y luego la del hombre (Génesis 3: 6), desencadenó maldición. Esa maldición vino sobre toda la tierra hasta hoy…

“...maldita será la tierra por tu causa (la de Adán), con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra...” (Génesis 3: 17-19).

Al estar el hombre separado de Dios, la muerte entró en el mundo. No sólo la muerte del mismo hombre (Génesis 2: 17), sino la muerte de todo lo creado sobre la tierra.

Esta caída en cuanto al hombre, hay que entenderla en toda su medida; significa: condenación eterna.
“El infierno es un lugar real y eterno adonde van todos los que se pierden”

“El infierno es un lugar real y eterno adonde van todos los que se pierden”

El hombre se condenó a sí mismo al romper unilateralmente su vínculo con Dios su Creador, por pecar contra Él con conocimiento de causa.

Esta es la consecuencia del mal uso de la libertad y de la voluntad que le fueron otorgadas. Dice la Biblia:

“Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron” (Romanos 5: 12)

“...la muerte entró por un hombre (Adán)...porque así como en Adán todos mueren...” (1 Corintios 15: 21, 22).

En su contexto general, el resultado de la desobediencia de Adán ha quedado más que patente a través de toda la historia de la humanidad: más pecado y maldad con sus consecuencias a priori y a posteriori: violencia, muerte, enfermedades, hambruna, desgracias, y un largo etcétera que todos conocemos tan bien.

A ese mal, habría que añadirle otro. A causa de la insaciable soberbia del ser humano alejado de Dios, el hombre busca el endiosarse. Aprovechándose de la vida que Dios le concede sobre esta tierra, el hombre sea abierta o calladamente, prescinde de Dios y se levanta en su espuria autosuficiencia con sumo descaro.

Pero el hombre no fue creado para ser un dios, y esto es lo que muchos irresponsables no entienden aún. El pretender ser dios de su vida, le lleva a una inexorable perdición, porque haciendo así, se cierra a sí mismo toda puerta a la humildad y humillación ante Dios, el Único que le puede salvar.

El hombre fue creado para vivir en dependencia de su Creador.

El hombre no puede tener vida en sí mismo. Sencillamente, no es así. El pretender esto, es dar la espalda a Dios el cual en Cristo sí es la vida (Jn. 14: 6; 1 Jn. 5: 12); y perderse para siempre.

El pecado de Adán trajo otra consecuencia añadida: el hombre ya no pudo, ni puede, hacer nada por sí mismo para restaurar lo que él mismo rompió, y sigue rompiendo cada día.
“El hombre actual, por lo general, se cree auto suficiente respecto de Dios, por eso vive en un terrible y mortal engaño”

“El hombre actual, por lo general, se cree auto suficiente respecto de Dios, por eso vive en un terrible y mortal engaño”
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2. El hombre es básicamente malo

Todos los hombres fueron alejándose paulatinamente más y más de Dios, como consecuencia de su corazón no regenerado.

El hombre no es básicamente bueno, sino básicamente malo. El mismo Dios declaró: “...el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud...” (Génesis 8: 21). Esto quiere decir que desde que el ser humano tiene uso de razón, peca y es un pecador. Esta es la realidad. A pesar de lo que dicen ciertos incautos, la Biblia asegura:

“Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque” (Eclesiastés 7: 20). Prosigue diciendo: “No hay justo, ni aun uno...por cuanto todos pecaron, están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3: 10, 23).

Por contrapartida, toda religión sin Cristo, básicamente enseña que haciendo obras buenas más que malas, uno irá poco a poco regenerándose o salvándose, o como se le quiera decir, porque la balanza se inclinará más hacia el lado bueno. Esto no es más que una simpleza y error.

Imagínese que tiene en su mano una jarra de cristal llena de agua sucia, ¿Qué haría usted para que, en vez de tener esa agua sucia, pudiera contener agua limpia y cristalina que pudiera calmar su sed? ¿Añadiría agua limpia a la sucia? Estoy seguro que no haría eso. Añadir agua limpia al agua sucia, ¡sería de ignorantes! En todo caso, lo que haría sería vaciar la jarra, limpiarla, y entonces ya estaría preparada para ser rellenada de agua limpia.

Por años hemos intentando añadir agua limpia, que simbolizaría nuestros pobres esfuerzos por hacer lo correcto, al agua sucia. ¡Al final no teníamos más que... más agua, y agua siempre sucia!

La Biblia, dice que las buenas obras sin un corazón regenerado, son ese intento de obtener agua limpia que calme la sed. Jamás ocurrirá.

La Biblia es muy clara ante ese intento de ser buena gente ante Dios, sin Dios, porque define nuestras justicias, ¡fíjense! como “trapos de inmundicia”:

“Si bien todos nosotros somos como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento” (Isaías 64:6).

Por eso, Salomón, inspirado por el Espíritu Santo llega a preguntarse: “¿Quién podrá decir: Yo he limpiado mi corazón, limpio estoy de mi pecado?” (Proverbios 20: 9).

Y la respuesta a esta pregunta que se planteó el rey Salomón, es: nadie

Pero a pesar de la observación divina, muchos se creen justos en sí mismos, no obstante la Biblia, con nitidez, advierte: “Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión, pero Jehová pesa los espíritus” (Proverbios 16: 2).

¡El hombre no es un buen juez de sí mismo!

O bien para acallar su conciencia, o bien para sentirse mejor con sí mismos, los hombres intentan aplacar su conciencia a base de buenas obras, pero esas obras no son garantía de nada porque el problema del pecado del hombre estriba en su corazón.

El corazón es la clave. Hay que ir a la base del problema, y no perderse en las ramas.

Dice la Biblia: “Engañoso es el corazón, más que todas las cosas” (Jeremías 17: 9).

El dictado del corazón no regenerado es engañoso.
“El hombre tiene un problema de corazón”

“El hombre tiene un problema de corazón”

El corazón no regenerado es el resultado de la rebelión del hombre natural, del hombre sin Cristo. Ese corazón se levanta como enemigo de Dios.

Sólo Dios puede cambiar ese corazón y darnos el que Él tiene. Así oraba David cuando pecó contra Dios: “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu nuevo dentro de mí” (Salmo 51: 10).

Es preciso que el corazón del hombre sea regenerado, porque el hombre tiene un verdadero problema de dureza de corazón.

Dijo Jesús: “Oí, y entended: No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre...lo que sale de la boca, del corazón sale...Del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias...” (Mateo 15: 11, 18, 19).

El pecado es consecuencia directa de un corazón no regenerado, y ese pecado genera la muerte espiritual: “Porque la paga del pecado es muerte...” (Romanos 6: 23).

A su vez, ese pecado origina la separación definitiva de Dios.

Cuando el hombre muere en ese estado, su destino final y eterno es el infierno.

El infierno es un lugar real de eterno tormento que Dios preparó para Satanás y sus demonios. También es el destino de todos los que mueren sin Cristo.

“...los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre...” (Apocalipsis 21: 8).

¿Quién condena realmente, el juez, o el que se condena por su acción?
Por otra parte, la dureza del corazón del hombre sin Cristo atrae la justa ira de Dios:

“Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para tí mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios” (Romanos 2: 5)

Algunas personas quieren evitar este punto diciendo que el amor de Dios cancela la ira. ¡El problema es que malentienden el amor de Dios!

Si prestamos cuidadosa atención a lo que dice este versículo que hemos leído, lo que vemos es que es el mismo pecador el que acumula o atesora ira para sí mismo. ¡El mismo hombre sin Cristo se autocondena!

Si un hombre comete un asesinato, ¿acusamos al juez por emitir un veredicto de condena? ¡No! Fue el asesino el responsable de su destino.

El asesino se condenó a sí mismo cuando cometió el asesinato; el juez sólo aplicó el código de justicia. El Señor Jesús lo definió de manera clarísima, cuando dijo:

“Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas” (Juan 3: 19, 20)
“… el que no cree, ya ha sido condenado…” (Juan 3: 18)

Es el amor por el mal (y a veces éste disfrazado de bondad y de altruismo), el que hace que las gentes se condenen a sí mismas. Por eso la Biblia dice que todos los que se aferran a su pecado, y aún lo justifican (porque en realidad lo aman), condenándose a sí mismos, son cegados definitivamente por el dios de este siglo, que es Satanás. (2 Co. 4: 3, 4)

Véase que creer no significa solamente aceptar tácitamente la verdad en la mente, sino ponerse verdaderamente de acuerdo con Dios.
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3. La Respuesta de Dios

Si Dios, el Creador hubiera sido un Dios meramente justo, nadie tendría la más mínima posibilidad de salvarse. Por justicia, todos merecíamos esa condenación.

¡Si no hubiera Dios hecho algo, el hombre estaría irremisiblemente perdido para siempre!, pero Dios ideó un plan para salvar a los hombres desde antes de la fundación del mundo. La iniciativa siempre es de Dios.

El motivo de hacer así: sencillamente por amor.

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él”(Juan 3: 16, 17)

Así pues, ante aquella pregunta que todo hombre sobre la tierra debería hacerse – recordemos:

“Si a pesar de todos mis esfuerzos, estoy condenado a pasar toda la eternidad en el infierno, ¿Cómo poder escapar de esa realidad, si es que hay manera?”

La respuesta de Dios es Jesucristo. Sólo Jesucristo es la puerta de escape de esa condenación segura. Él mismo lo dijo: “Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos” (Juan 10: 9)

“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14: 6)

Jesucristo, “y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hchs. 4: 12)
“El corazón del hombre sin Cristo está cargadito de pecados”

“El corazón del hombre sin Cristo está cargadito de pecados”

“El antídoto del pecado es la cruz, aplicada al corazón del hombre. Sin la cruz, no hay salvación”

“El antídoto del pecado es la cruz, aplicada al corazón del hombre. Sin la cruz, no hay salvación”
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A. ¿Cómo recibir la salvación a través de Cristo?

Todas las religiones humanas, básicamente enseñan que el hombre es el que debe alcanzar, sea a Dios, o el Nirvana, o el Paraíso, etc. es decir, que el hombre tiene que hacer el imposible intento de salvarse a sí mismo, pero la gran noticia es esta:

“No, que nosotros podamos alcanzar a Dios; sino que Dios nos alcanza a nosotros por medio de Jesucristo: Dios llega al hombre porque el hombre no puede llegar a Dios. Por eso, Jesucristo hombre es el único mediador entre Dios y los hombres (1 Tim. 2: 5, 6)”.

Jesucristo bajó del cielo, dejando su gloria atrás, y vino a la tierra en el cumplimiento del tiempo, cuando el Padre le envió, naciendo de mujer (Gl. 4: 4).

Él se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres, y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz (Fil. 2: 7, 8).

Todo pecador, por la ley, debía morir a causa de sus propios pecados; por lo tanto ningún pecador podía morir por otro pecador; sólo Cristo, por no tener pecado, podía morir por todos nosotros, pecadores.

“Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el Justo por los injustos, para llevarnos a Dios”(1 Pedro 3: 18).

No todos le recibieron, pero a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio, y les da potestad de ser hechos hijos de Dios (Juan 1:12), porque Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados (2 Corintios 5: 19)

Por eso el mandato divino es este: ¡Reconcíliese con Dios! Ya que al que no conoció pecado – es decir, Cristo - por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él (2 Co. 5: 20, 21). Es decir, el pagó el precio de nuestro pecado y consiguiente condenación, en la cruz.

Pero como la muerte no le pudo retener, Él resucitó de los muertos por la gloria del Padre, para que así también nosotros andemos en vida nueva (Hchs. 2: 24; Ro. 6: 4)

Por ello la respuesta de Dios la podemos resumir con la siguiente declaración escritural:

“El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida. Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna…” (1 Juan 5: 12, 13)

Lo que separa al hombre pecador de Dios es su pecado que le arrastra irremisiblemente a la muerte eterna. Pero Cristo entregó su propia vida, su propia sangre como suficiente pago para librarnos de esa condenación. El es nuestro único sustituto.

Cristo cumplió toda la demanda de justicia de la Ley de Dios en la cruz del Calvario. Recibiéndole, recibimos Su justicia, Su perdón y Su paz (Ro. 5: 1)

Muchos creen eso de forma teórica, pero jamás han dado el verdadero paso de arrepentirse de sus pecados. Entonces ese sacrificio de Cristo no puede actuar a favor de ese pecador impenitente.

Cuando la Biblia dice que por gracia somos salvos, por medio de la fe (Ef. 2: 8), eso significa que debemos obedecer al precepto bíblico y al Espíritu Santo, que nos lleva a dolernos por nuestra vida pecaminosa, y a renunciar a vivir así, apartándonos de ese mal, para vivir conforme a Dios. Esto significa arrepentirse.

Así que recibir a Cristo, no es sólo un mero trámite mental o religioso, sino un verdadero trámite espiritual y de fe auténtica. La obra de esa fe (Sgo. 2: 17) es el quebrantarnos delante de Dios, asumiendo en Su temor toda nuestra responsabilidad ante Él, y esperando solamente en Su misericordia, creyendo que lo que Él ha dicho es verdad: que hay perdón, restauración y vida eterna en Cristo Jesús, y por esa fe, recibir esa salvación (Ef. 2: 8, 9), creyendo.

“Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley” (Romanos 3:28).

Si usted, querido lector, todavía no se ha reconciliado con Dios, el siguiente, es un modelo de oración que le puede ser útil, si lo hace con fe y verdad ante Dios:

“Señor Dios, me dirijo a ti una vez y por todas, para reconocer que he sido un pecador toda mi vida desde que me acuerdo, y realmente sólo he vivido a mi modo, egoístamente.

Sin ocultar nada, quiero decirte que hoy me arrepiento de todos y cada uno de mis pecados, y renuncio a todos ellos. Renuncio a vivir mi vida según yo mismo, para vivir mi vida conforme a Ti.

Por ello pongo mi vida ante ti para que tú dispongas de ella. ¡Me rindo ante ti!

Te pido perdón por toda ofensa, y te entrego todo lo que soy, esperando en tu misericordia.

Declaro que creo en Jesucristo Tu Hijo, y conforme a tu Palabra, le recibo en mi vida como mi Salvador personal y mi Señor; y con Él, el Espíritu Santo y el don de la vida eterna. Gracias por tu amor y tu salvación; te amo, Padre. En el nombre de Jesús. Amén”.

Viva conforme a esa declaración de fe, e inmediatamente busque una iglesia evangélica, donde le puedan ayudar, enseñándole la Palabra de Dios, y ore a Dios y lea la Biblia todos los días. Gracias por atender.

Dios use este texto para Su gloria.

© Miguel Rosell Carrillo, pastor de Centro Rey, Madrid, España.
www.centrorey.org

Preparado para la eternidad?

¿Está Preparado Para Partir A La Eternidad?

De: Ps. Fernando Alexis Jiménez

¿Está preparado para partir a la eternidad?

Fernando Alexis Jiménez

Miró el reloj. Apenas las cinco de la mañana. Aún no empezaba a clarear. Era comienzo del año y el sol despertaba tarde entre las montañas, somnoliento y perezoso. “Otro día más….”, se quejó Carlos y dio media vuelta en la cama, procurando infructuosamente cancelar el sueño. Fracasó en su intento, y se dio por vencido. “Esta semana parece interminable”, murmuró frente al espejo, en el cuarto de baño mientras se pasaba la mano por el rostro, calculando el crecimiento de la barba. Concluyó que lo mejor sería afeitarse.

Había arrancado varias hojas de calendario. La vida se le convirtió en un corcho girando en la periferia de un remolino en aguas tormentosas. Creía que no tenía sentido vivir. Todo le resultaba igual de monótono. No encontraba diferencia entre un domingo alegre y carnavalesco, y un lunes lluvioso cuando debía ir al trabajo. Días largos, ensombrecidos, color plomo-

--¿Regresas temprano del trabajo?--, le preguntó su madre cuando el joven se disponía a salir.

--No sé, mamá. Tal vez tome un helado con Marcela; pero no creo que demoremos porque debo madrugar. Mañana tenemos comité técnico en la empresa, y como está el gerente, debemos llegar puntuales…--. Se ajustó el chaleco, se colocó el casco y las gafas, y salió sin mayor ceremonia, apurado por el tiempo.

A diferencia de otras ocasiones, la motocicleta encendió sin mayor esfuerzo. El muchacho se dirigió rápidamente hacia el viaducto. Quería llegar pronto a la factoría…

Sus planes se vieron truncados cuando un camión que pretendía adelantar a otro vehículo, le cerró el paso. El impacto seco contra el parabrisas fue lo último que pudo recordar cuando en medio de una gritería y los comentarios afanados de “Está muy grave; no hay tiempo que perder”, en los momentos desesperados cuando lo ingresaban velozmente al quirófano.

--Murió muy joven, con tantos sueños…--dijo su madre el día del funeral--. Apenas tenía veintiséis años y un futuro prometedor. No le alcanzó el tiempo para cumplir todos sus deseos--.

Cada domingo al caer la tarde, la mujer visita la tumba en el cementerio para cambiar las flores. Lo extraña muchísimo y le duele profundamente no haberle tenido más tiempo consigo…

Este puede ser su último día

Jamás tomamos tiempo para pensar que éste podría ser nuestro último día de vida. Es más, cuando alguien nos habla al respecto, solemos reclamarle que no pretenda compartirnos comentarios orientados a llenar de terror la conversación. Siempre pensamos que habrá un mañana, y olvidamos que si hay algo incierto es el futuro.

Hace poco tiempo regresaba en avión a mi amada Santiago de Cali. Si algo anhelaba era encontrarme de nuevo con mi familia. Sin embargo, en la mitad del viaje y aunque el piloto procuró encontrar una ruta más segura, la aeronave entró en una turbulencia que me pareció, era la más tenebrosa de cuantas había podido vivir. El aparato parecía precipitarse en cada nuevo vacío que encontraba en medio de la tormenta.

Detrás de mí una mujer rezaba y un niño, dos filas de asientos más adelante, lloraba mientras su madre procuraba calmarlo. De nada sirvieron los anuncios desde el altavoz para que conserváramos la calma. Ese día pensé qué podría pasar si fuera mi último instante de vida, antes de partir a la eternidad.

Confieso que sentí susto. En los breves segundos que quedaban para pensar, evalué que restaba mucho por hacer. Mi esposa, mis hijos, mis amigos. Tantas personas significativas con quienes todavía restaba aplicar cambios, pedir perdón si les había ofendido y decirle cuánto les apreciaba y llevaba en el corazón.

Cuando el avión tomó pista en el aeropuerto, volví a vivir. En aquella ocasión concluí que quizá todavía no estaba preparado para emprender el viaje final. Es probable que sea su caso. Si se identifica conmigo, estoy seguro que me acompañará a lo largo de este artículo que busca llevarlo a reflexionar respectó de cómo se encuentra su relación con Dios, con su cónyuge, con sus hijos y amigos, y en general, con aquellos con quienes interactúa en todo momento.

Debemos estar preparados

Hay un libro maravilloso en la Biblia que muchos han mitificado pero que encierra profundas verdades y principios que nos ayudan en el proceso de crecimiento personal y espiritual. Se trata del Apocalipsis y hoy le invito para que estudiemos juntos algunos versículos del capítulo 3.

El primer elemento es que sólo Dios sabe cómo está nuestro corazón. Aunque podamos engañar a los demás con un antifaz de hipocresía, el Padre celestial sabe qué hay dentro. De Él no nos podemos ocultar. Por eso, el amado Jesucristo dijo a los cristianos del primer siglo y hoy a nosotros: “Estoy enterado de todo lo que haces y sé que no me obedeces del todo, sino solo un poco. ¡Sería mejor que me obedecieras completamente, o que de plano no me obedecieras!”(Apocalipsis 3: 15. Traducción en Lenguaje Actual).

Una amable señora con la que hablé un día en el terminal de transportes me dijo que no temía partir a la eternidad: “Soy buena. No le hago mal a nadie. Voy a misa cada domingo, y por supuesto, no he matado a nadie. No veo la razón por la que Dios no me recibiera en el paraíso”, explicó.

El curso de la conversación cambió cuando hablamos del asunto desde dos perspectivas importantes. La primera, sobre cómo estaba su relación con Dios—al cual tenía alejado de su corazón desde hacía mucho tiempo--, y la segunda, el error de creer que por sus buenas obras tenía asegurada la vida eterna.

Invariablemente todos creemos que somos lo suficientemente buenos como para que Dios nos salga a deber. En nuestra ingenuidad consideramos que nos merecemos un buen pedazo de cielo, con vista a la playa y todo. Pero es un tremendo error. Una cosa es lo que creemos y otra bien distinta lo que realmente somos. Al fin y al cabo como lo anotara el profeta, nuestro corazón nos engaña: Ustedes se creen buenos, pero son malos y mentirosos; ¡no tienen remedio! Sólo yo, el Dios de Israel, sé muy bien lo que piensan, y los castigaré por su mala conducta.”(Jeremías 17:9. Traducción en Lenguaje Actual)

Jamás olvide que el Supremo Hacedor, en cuyo pensamiento estábamos desde antes que creara el universo, nos conoce hasta en los mínimos detalles. Por ese motivo, debemos hacer un auto examen honesto de cómo anda nuestra vida, y con Su divina ayuda, identificar en qué áreas debemos aplicar correctivos: “Dime si mi conducta no te agrada, y enséñame a vivir como quieres que yo viva”(Salmo 139:24. Traducción en Lenguaje Actual)

Es tiempo de ser radicales

Cuando descubrimos que nuestra concepción de ser muy buenos, excelentes, dista mucho de la realidad, sin duda concluiremos que llegó la hora de aplicar cambios. Dicha modificación en nuestra forma de pensar y de actuar nos conduce en dos direcciones: la primera, nos pone a cuentas con Dios, y la segunda, nos beneficia y a quienes nos rodean porque a ellos comenzamos a impactarles positivamente, contribuyendo también en su proceso de crecimiento personal y espiritual. ¡Todos ganamos cuando usted se dispone a cambiar con ayuda del Señor!

¿Qué ocurre si deseo seguir como hasta ahora, sujeto a mis propias reglas? Sencillo. Nos encontraremos luchando contra Dios y contra el mundo. El amado Jesucristo fue claro en advertir: “Pero como sólo me obedeces un poco, te rechazaré por completo”(Apocalipsis 3:17. Traducción en Lenguaje Actual)

Piénselo por un instante. ¿Qué ocurriría si hoy mismo, en este instante debiera encontrarse con el Señor?¿Qué le diría?¿Que es muy bueno y da limosnas a los niños que piden monedas en los semáforos?

¿Bajo qué circunstancias podemos señalar que no estamos preparados para emprender el viaje final? Cuando no honramos a Dios, le desconocemos en nuestro andar diario, no atendemos sus instrucciones y mandatos y, sobre todo, cuando nos profesamos como cristianos pero nuestra vivencia de fe es superficial, sin compromiso.

Me causó bastante gracia una película cristiana en la que el protagonista, después de descubrir que pasaba mucho tiempo frente al computador deleitándose en la pornografía, decide destruir el aparato. Un vecino que aprecia la escena, le indica a su esposa que aquél está rematadamente loco. Pero no hay tal. Lo que estaba asumiendo era una actitud radical frente al pecado. Decidido a apartarse de todo cuanto le distanciaba de Dios, y de una buena relación con su esposa y los demás.

Por favor, no me malinterprete. No le estoy diciendo que acabe con todos los electrodomésticos, sino que asuma una actitud vertical, decidida, firme, de desechar todo lo que le lleva a pecar. Recuerde que el primer perjudicado con el pecado es usted mismo. Quienes le rodean también se ven afectados. Y por supuesto, solazarse con los pecados no hace otra cosa que levantar una brecha con Dios.

Aplique correctivos a su vida

El propósito de cambio debe ir acompañado por correctivos. Es una invitación que hace Dios a todas las personas:”Por eso, vuélvete a Dios y obedécelo completamente”(Apocalipsis 3:19 b. Traducción en Lenguaje Actual) Es una decisión que nadie más que usted debe tomar. Nadie lo presiona, ni el Señor mismo: “Si tienes oídos, pon atención a lo que el Espíritu de Dios dice a las iglesias”(Apocalipsis 3:22. Traducción en Lenguaje Actual)

Recuerde que Dios nos abre las puertas a una nueva existencia. El Señor Jesús dijo a los cristianos del primer siglo y a nosotros hoy: “Yo estoy a la puerta y llamo; si oyes mi voz y me abres, entraré en tu casa y cenaré contigo.”(Apocalipsis 3:20. Traducción en Lenguaje Actual)

Después de una conferencia sobre el cambio y crecimiento personal, alguien se me acercó y con ese tipo humor sarcástico y a veces exagerado que nos caracteriza a los colombianos, me dijo:”¿Usted cree que eso de cambiar es tan fácil como soplar y hacer botellas?”. ¡Por supuesto que no! Nuestro amado Padre celestial mismo lo sabe. Conoce sus esfuerzos por cambiar y crecer en las dimensiones personal y espiritual, pero no lo deja solo.

Tenga presente que no es en nuestras fuerzas sino en las de Jesucristo, las que Él nos provee, como alcanzamos este propósito. Él dijo: “El discípulo que se mantiene unido a mí, y con quien yo me mantengo unido, es como una rama que da mucho fruto; pero si uno de ustedes se separa de mí, no podrá hacer nada.”(Juan 15:5. Traducción en Lenguaje Actual)

La victoria se obtiene cuando cada paso lo damos tomados de la mano del Señor Jesucristo. No lo olvide: no luchamos en nuestras fuerzas sino en las de Dios. Él nos ayuda a vencer…

¿Ya tomó la mejor decisión de su vida?

La mejor decisión que toda persona puede tomar, es recibir a Jesucristo en su corazón como su único y suficiente Salvador. Es muy sencillo. Basta con una oración. Allí donde se encuentra, frente a su computador, dígale: “Señor Jesús, reconozco que he pecado y deseo cambiar. Gracias por morir en la cruz por mis pecados, perdonarlos y abrirme las puertas a una nueva vida. Te recibo en mi corazón como mi único y suficiente Salvador. Haz de mi la persona que tú quieres que yo sea. Amén”

Si hizo esta oración, como no dudo que haya sido así, le felicito. Ahora tengo tres recomendaciones para usted: La primera, que haga de la oración un principio de vida diaria. Orar, es hablar con Dios. La segunda, que lea la Biblia, un libro maravilloso en el que encontrará principios dinámicos que le ayudarán en el proceso de crecimiento personal y espiritual. Y por último, comience a congregarse en una iglesia cristiana. Su proceso de crecimiento se afianzará allí.

Si tiene alguna inquietud no dude en escribirme a fernandoalexis@aol.es o si lo prefiere, puede contactarme al (0057) 317-4913705.

© Fernando Alexis Jiménez

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Acerca del autor:

El pastor Fernando Alexis Jiménez es Conferenciante y Evangelista de la Alianza Cristiana y Misionera “Las Américas”, en Santiago de Cali. Ha recorrido varios países dictando charlas sobre crecimiento personal con fundamento en una dependencia estrecha al obrar del Señor Jesucristo. Contacto (057)317-4913705

Fuente: Artículos Gratuitos Online de Articuloz.com - http://www.articuloz.com/cristianismo-articulos/esta-preparado-para-partir-a-la-eternidad-1438265.html

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